La eternidad es una palabra muy larga. Es paradójica. Es contradictoria. Si algo ha de ser eterno, debería por fuerza tracender el sentido del tiempo y de por sí ello involucra una idea por demás extraña. Si va más allá del tiempo, o existe antes del tiempo, o existió siempre a pesar de él.
En otras palabras, no se puede medir o determinar si algo (o alguien) es eterno, porque lo compararíamos con nuestro patrón subliminado del tiempo, con nuestra propia percepción confusa resultado de nuestras impresiones sensoriales y no podríamos jamás asegurar que algo tiene esa cualidad.
Reflexionando desde el amplio óceano. Saudes.
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