miércoles, noviembre 21, 2007

El impulso de escribir

Huevadas.

Eso completa el título de esta entrada. ¿Qué lleva a un ser humano por lo demás corriente en todo sentido a escribir?

Huevadas.

¿Diversión? En parte. ¿Deseo de compartir su vida con los demás? No lo creo, me parece más un efecto (¿deseable o indeseable?), en todo caso. ¿Deseo de hacerse notar? Si, por ahi va la onda. El hecho es que cada día más y más gente escribe y escribe...

Huevadas.

Blogs, Foros, Chats. La gente sigue depositando su contribución a la entropía de la información. Hay de todo, de lo bueno, de lo malo, de lo puro, de lo obsceno, de lo estético y a veces, puras

Huevadas.

Algunos opinan(mos) de lo que conviene, de lo que sabemos, de lo que creemos saber. Hasta de lo que queremos hacer creer a los demás que sabemos. Algunos personajes del absurdo hasta suponen que pueden enseñar. Dar baños de verdad (cuando no de razón), y no dejan de freir sus perogrullos en una salsa compuesta de puras

Huevadas.

Asi es el fútbol. Asi es la comunicación. Entiendes lo que quieres, si es que lo entiendes. Interpretas la secuencia de caracteres y te la repites a ti mismo, y no puedes soltar el espejo mientras la zurda te sirve para extraer por presión negativa la espesura de tus miserias. Y aqui estás, mirando, leyendo, interpretando y todo son puras

Huevadas.

Y luego te indignas, y vomitas. Y nuestra maravilla electroquímica hace realidad una vieja paradoja: capaz de producir ingenios y solo la cagas con tantas

Huevadas.

Y de tu furia nacen AdHitleria, oreperladas por fuera, con mostaza en el medio. Y en su núcleo permites observar la imagen de tus desdichas, con precisión. Escribe, adelante, atrás, al costado y por el centro. Escribe las glosas de tu autocompasión, relata los informes de tu viejo mecanismo capaz de medir cualquier cosa, cualquier tema, cualquier capacidad. Redacta comparaciones, análisis forzados, conclusiones de una lógica acomodaticia, . Dígamos lo que venías a decir, dispara tu verdad, directo al punto. En el fondo, no quieres, lo sabes mejor, vomitas, berreas, te elevas y te caes porque eres una

Huevada.

miércoles, noviembre 14, 2007

Cierra el hocico, Gamberro!

Hay gente que no sabe cuando parar. Hugo Chávez tiene ese defecto, simplemente habla, habla y habla (HUEVADAS) sin parar y no entiende de contextos, situaciones, diplomacia, ni de nada que no sea el placer de la dulce estridencia de su voz empalagando sus egolatrix ears. No escribo más revisen el video.



Nota al pie: Algunas frases alternativas para que Huguito entienda:

Cállate, chuch@!
Cierra el hocico!
Cósete la trompa!
Chitón!
Amárrate la lengua!
Un, dos, tres se fue el mudo!
Cuando el Rey habla, los asnos dejan de rebuznar!

Y EN INGLES

Shut-The-Fuck-Up Asshole!!!



Somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos.




sábado, noviembre 03, 2007

Modulando las apariencias - offline mode

Forma y fondo. Son dos enfoques reales del mismo tema, es cuestión de calidad. Si es fondo es contenido, si es forma es contenedor. ¿Qué vale más de las dos?

Pues para la sociedad nuestra es como si la forma tiene un peso relativo superior a lo que el fondo. El contenedor y sus bonitos colores bien puede encerrar un poderoso veneno con capacidad de destruir el mundo, pero es bonito, convence y debe ser bueno.

Así las cosas, en todo momento: ¿quién puede juzgar porque no estamos en mejor situación que hace unos años?