miércoles, noviembre 21, 2007

El impulso de escribir

Huevadas.

Eso completa el título de esta entrada. ¿Qué lleva a un ser humano por lo demás corriente en todo sentido a escribir?

Huevadas.

¿Diversión? En parte. ¿Deseo de compartir su vida con los demás? No lo creo, me parece más un efecto (¿deseable o indeseable?), en todo caso. ¿Deseo de hacerse notar? Si, por ahi va la onda. El hecho es que cada día más y más gente escribe y escribe...

Huevadas.

Blogs, Foros, Chats. La gente sigue depositando su contribución a la entropía de la información. Hay de todo, de lo bueno, de lo malo, de lo puro, de lo obsceno, de lo estético y a veces, puras

Huevadas.

Algunos opinan(mos) de lo que conviene, de lo que sabemos, de lo que creemos saber. Hasta de lo que queremos hacer creer a los demás que sabemos. Algunos personajes del absurdo hasta suponen que pueden enseñar. Dar baños de verdad (cuando no de razón), y no dejan de freir sus perogrullos en una salsa compuesta de puras

Huevadas.

Asi es el fútbol. Asi es la comunicación. Entiendes lo que quieres, si es que lo entiendes. Interpretas la secuencia de caracteres y te la repites a ti mismo, y no puedes soltar el espejo mientras la zurda te sirve para extraer por presión negativa la espesura de tus miserias. Y aqui estás, mirando, leyendo, interpretando y todo son puras

Huevadas.

Y luego te indignas, y vomitas. Y nuestra maravilla electroquímica hace realidad una vieja paradoja: capaz de producir ingenios y solo la cagas con tantas

Huevadas.

Y de tu furia nacen AdHitleria, oreperladas por fuera, con mostaza en el medio. Y en su núcleo permites observar la imagen de tus desdichas, con precisión. Escribe, adelante, atrás, al costado y por el centro. Escribe las glosas de tu autocompasión, relata los informes de tu viejo mecanismo capaz de medir cualquier cosa, cualquier tema, cualquier capacidad. Redacta comparaciones, análisis forzados, conclusiones de una lógica acomodaticia, . Dígamos lo que venías a decir, dispara tu verdad, directo al punto. En el fondo, no quieres, lo sabes mejor, vomitas, berreas, te elevas y te caes porque eres una

Huevada.

miércoles, noviembre 14, 2007

Cierra el hocico, Gamberro!

Hay gente que no sabe cuando parar. Hugo Chávez tiene ese defecto, simplemente habla, habla y habla (HUEVADAS) sin parar y no entiende de contextos, situaciones, diplomacia, ni de nada que no sea el placer de la dulce estridencia de su voz empalagando sus egolatrix ears. No escribo más revisen el video.



Nota al pie: Algunas frases alternativas para que Huguito entienda:

Cállate, chuch@!
Cierra el hocico!
Cósete la trompa!
Chitón!
Amárrate la lengua!
Un, dos, tres se fue el mudo!
Cuando el Rey habla, los asnos dejan de rebuznar!

Y EN INGLES

Shut-The-Fuck-Up Asshole!!!



Somos dueños de lo que callamos y esclavos de lo que decimos.




sábado, noviembre 03, 2007

Modulando las apariencias - offline mode

Forma y fondo. Son dos enfoques reales del mismo tema, es cuestión de calidad. Si es fondo es contenido, si es forma es contenedor. ¿Qué vale más de las dos?

Pues para la sociedad nuestra es como si la forma tiene un peso relativo superior a lo que el fondo. El contenedor y sus bonitos colores bien puede encerrar un poderoso veneno con capacidad de destruir el mundo, pero es bonito, convence y debe ser bueno.

Así las cosas, en todo momento: ¿quién puede juzgar porque no estamos en mejor situación que hace unos años?

sábado, octubre 20, 2007

Dreamhost is down at this moment

Dreamhost is down at this exact moment. I know because my blog went down and the ones from a few friends hosted there. Even the homepage is down.

What happened?

Dreamhost está caído en este momento. Lo se porque mi blog está abajo y los de unos cuantos amigos alojados allí. Incluso la página principal está caída.

Qué pasó?

jueves, octubre 18, 2007

Viaje a Colombia (Parte IV)

Las fronteras son la abstracción más ridículamente abyecta que la mente humana ha podido abortar. Esas líneas imaginarias que trazan caprichosos relieves sobre la geografía terráquea, siempre han carecido de sentido a las personas que habitan en sus inmediaciones.


Ecuatoriano, colombiano, no tiene ningún sentido la nacionalidad cuando se vive cruzando un puente a diario, sin noción de pertenencia a uno u otro estado. Para quiénes habitan las orillas territoriales, la nacionalidad es un tema de papeles, no de orgullos patrioteros. Para el habitante fronterizo, es más importante el sobrevivir que cualquier otro tema, es el día de hoy lo que cuenta. No importa en cuál de los dos márgenes.


En Rumichaca, se observa esta especie de "blending" natural, la fusión cultural de las idiosincracias ecuatoriana y colombiana. Como siempre, se absorbe con mayor facilidad lo peor de cada cosa.


El maldito tramitador les vió la cara de imbéciles a mis amigos. Guillermo, un joven de caracter tan voluble, era el más encolerizado. Imprecaciones obscenas, maldiciones irreverentes y deseos de maldad acendrada en contra del tipillo hijo de mil putas de cabaret barato que les había robado el dinero.


- Vamos, chucha, que ya no se puede hacer nada - le dije.
- Simón, ojalá que le de diarrea a ese hijueputa - dijo Guillermo.


Todo había sucedido muy rápido. Habíamos llegado casi tan mal como salimos de Quito. Con el tripaje virado, en palabras de Andrés.


El camino era relativamente corto, en Rumichaca no hay mucho que ver, realmente. Vendedores, mercachifles y buhoneros enmarcan el cuadro pueblerino de una localidad que de no ser por el exceso de policías y extranjeros podría pasar por cualquier otro recinto de la Serranía.


Teníamos que cruzar la frontera, eso era imperativo. Y cometíamos el primer error grave del viaje. Preguntar a un desconocido.


- Señor, disculpe, ¿hay que pagar algo para cruzar? - le dijo Andrés a un tipillo que por más señas lo conocían como el "Chipe".
- Si, mire, vea. Usted tiene que pagar veinte mil pesos, pero si va pa’ Cucuta, entonces tiene que traer el pasaporte pa’ que se lo sellen, chino.
- ¿Pasaporte? Pero, nos dijeron que con la cédula de ciudadanía era suficiente - le dije, mientras me formaba una imagen mental del fulano.


Típico colombiano. Por el acento, parecía un caleño. Alrededor de 35 años, bajo de estatura, de piel clara, cabello arremolinado. Un ejemplar de pillo de comisaría, en versión colombiana.


- No, chino. La cédula solo si va hasta abajo de Cucutá - nos dijo dándole una mirada de reojo a nuestro equipaje. Allí vendría el error estúpido. Como dicen en mi pueblo: "Dimos papaya". - ¿Y pa’ donde van los bergajos?


Guillermo, como siempre destacaría por su falta de prudencia. Era sorprendente que nunca le hubiera sucedido nada mayormente peligroso. Tenía un halo magnético para atraer problemas y luego derivarlos a los demás. Pero, en esta ocasión, su arco deflector de cagadas estaría fuera de operación.


- A Bogotá. ¿queda lejos de Cucuta?
- Vea, si va pa’ Bogotá tiene que venir con el pasaporte.
- No joda - le dije de forma automática. No estaba dispuesto a regresar a casa sin pisar Colombia. No, carajo.
- Si, pero se lo puede ayudar, mi ecuador.
- ¿Y cómo? - le preguntó Andrés, que reaccionaba en ese momento. El tintineo de dinero que se salía del bolsillo, peligrosamente invadía la psiquis.
- Mejor dicho, ¿cuánto nos va a costar? - le dije, casi sin paciencia. Logré que el fulano de sonrisa calculada, cambiará de expresión al menos un poco.
- Pues, pa’ mi yo no le pido nada. Lo que me quiera dar, chino. Pero, los de migración, esos le piden como 20000 pesos si uste’ va solo. Yo les hablo, se lo dejan en 10000 pesos.


Sentí claramente, como si me hubieran jalado el escroto hasta la frente.


- Gracias, amigo, no necesitamos ayuda.
- Pero, loco, ¿y qué hacemos si nos regresan? - me preguntó Andrés. Se lo notaba preocupado. Después de todo, el viaje no fue fácil y valdríamos trozo en la Facultad si no llegábamos a buen término.
- No nos van a regresar, chucha.
- No se, si tú quieres, arriésgate. Yo mejor me voy con este pana.
- Simón, yo también, no seas agarrado, loco - dijo Guillermo.
- Saben que, váyanse a la v..., par de cojudos - les dije, mientras el tipillo me quedaba viendo con una expresión de fingido resentimiento.
- Oiga, ¡yo no le cobro ni un peso! - me dijo con un rostro en el cual hubiese jurado que asomaban las lágrimas. - Ni que yo fuera ladrón, que o que. Aqui todos me conocen desde sardinico, pregunte allá, vea, por el "Chipe".
- Muchas gracias, Don Chipe. Puedo cruzar sólo - le dije. No había tiempo que perder, no iba a esperar a que ese par estuviese del otro lado. ¡Ni cojudo!


-*-


Había imaginado algo diferente. Siempre pensé en la estación de control de migración, como en un gran edificio de dos pisos, con francotiradores apostados en el techo y una multitud de guardias y agentes de inteligencia encubiertos tratando de detectar a los traficantes de drogas y armas. Incluso había pensado en las celdas para detener a los sospechosos, el laboratorio y la máquina de rayos X. Parece que había pasado muchas horas sentado en frente de la caja boba.


El paso era algo de lo más simple, minimalista en todo sentido. Pocos guardias fronterizos, si es que a un grupo de pacos mal pagados, con una educación inferior al promedio - que ya es bajo - y una cortesía inmundamente condescendiente, se les puede llamar asi.


- Buenos días, sus papeles, por favor.
- Buenos tardes, aqui están los papeles, señor. Mi cédula, el permiso militar de salida y la cédula militar.
- Mmmm. ¿A dónde se dirige?
- A Bogotá.
- ¿Con quién va acompañado? - me dijo. "Con la puta de tu madre", le quise contestar.
- Con un par de amigos.
- ¿Motivo de la entrada? - dijo. Esto se empezaba a poner pesado y por un momento dudé en si había hecho lo correcto y por unos cuántos pesos no iba a poder ingresar. No me molestarían tanto las burlas, como el saber que me hubiese comportado como un verdadero cretino desleal con mis amigos.
- Voy a un Congreso en Bogotá. Soy estudiante universitario.
- Sòlo puede quedarse hasta sesenta días. Y no puede viajar más allá de Cucutá. Tiene que cancelar el valor de la especie, señor.
- ¿Cuánto es? - le pregunté.
- Dos mil pesos.
- Una pregunta, señor. Cucutá está arriba o abajo de Bogotá.
- Cucutá está cerca de la frontera con venezuela. Vaya a que le revisen las maletas. Siguiente, por favor.
- Gracias.


Todo en orden. No hubo perros olfateando mis testículos, ni interrogatorios severos. Tampoco hubo un cateo personalizado. De lo más regular, no habría empleado más de veinte minutos en cruzar.


Caminé en dirección de la estación de buses. En realidad, tenía más el aspecto de una colmena. Buses, busetillas y hasta camionetas - de esas qué en los noventa, se solían llamar "pick-ups" - regadas todo alrededor de una hedionda terminal. Nada que no hubiera visto en Ecuador o en Perú.


Enciendo un cigarrillo y me doy cuenta de que era el último de la caja.
- Maldita sea, y ahora ¿cuánto me costará una cajetilla aqui?


El clima era benigno, como había esperado, pero estaba curiosamente nublado para ser algo más de mediodía. El sol andino que suele ser abrasador e inclemente con la epidermis, no brillaba fulgente como solía recordarlo. Al contrario, todas las señas daban a a entender que iba a...
¡Llover! ¡Por la gran escuela de proxenesis! Eso es lo que había olvidado traer conmigo. El maldito paraguas. Ahora tendría que prestar uno, si Andrés o Guillermo tuvieran uno extra...


¿Y estos parias? No se habían aparecido y dudaba mucho de que me hubieran dejado botado. El pacto era que pase lo que pase, íbamos a permanecer juntos. En ese momento, sentí con todo su peso, la culpa por violar un juramento grupal. ¡Imbéciles!


Enfilé camino de regreso al puesto de control. Seguramente, estaban en algún tipo de problema. Se los dije, no se puede confiar en un desconocido. Mucho menos, si era un colombiano de mala traza.


- o -


- Chino, usted me debe cinco mil pesos - le decía el Chipe a Andrés, que tenía un rostro a medias de arrepentimiento, a medias de indignación.
- Tú me dijiste que no ibas a cobrar nada por ayudarnos - le dijo Guillermo. Estaba fuera de si, de lejos lo veía recorrer círculos osbre el terreno polvoso.
- Ah, y ¿qué pensaba el huevón? ¿Qué yo como de la caridad? - le disparó a voz en cuello.


Tenía medida la situación desde que los vi trenzados en esa discusión. El tipo no entendía de razones, ni de promesas, lo que quería era plata. Nuestra plata. Para empeorar las cosas, estábamos en su terreno y si actuábamos en su contra nos podría ir muy mal. Alguien podría seguirnos y meternos unos plomazos. O podrían robarnos en cualquiera de las vetusteces en que íbamos a subir. El Chipe lo sabía, más aún, sabía que nosotros estábamos concientes de nuestra inferioridad en su ambiente.


- ¿Qué pasa aquí? - entré en la discusión con una voz estudiadamente enérgica y del tono más grave y autoritario que me podía permitir alcanzar.
- ¿Que va a pasar, chino? Que estos huevones no me quieren pagar.
- Ah, habla serio. ¿Pagarte, qué? - le dije, cruzando mis brazos a nivel del abdomen, en una representación fiel del genio de la botella.
- ¿Cómo, qué? Si por mi es que han cruzado la frontera - me dijo. Toda su farsa histriónica de tipo "buen dato" había cedido paso a su verdadero ego coyoteril.
- Mira, maricón. Te lo voy a decir una sola vez: ya cogiste tu plata, ahora lárgate.
- ¿Ah, que, muy machito el huevón? - me dijo, mientras hacía un ademán de cuadrarse a pelear.
- Si, macho y sabido. ¿Crees que no se cuanto cuesta el pase? ¿O prefieres que me regrese al puesto, arme un relajo y te meta preso, cara de la buena ver..? - le dije. Mis puños estaban prácticamente alzados para romperle la cara. Me la estaba jugando, sí. Pero, a veces hay momentos en que la irracionalidad de algunos no te da más salidas.
- No, pues, chino, tranquilo, vaya, no más. Ojalá que no le vaya a pasar nada, pues.
- Ojalá que a ti tampoco - le dije.


Se alejó, murmurando, mascullando insultos y apuntándonos con el índice. Como dicen por allí, me valió trozo. Hecho estaba.


- Eres un hijueputa, negro. - me dijo Andrés.
- No soy un hijueputa. Solo que me cabrea que venga un vago marihuanero, hijo de las mil putas a joder la vida, amenazar y vernos las huevas. Por cierto, acaban de perder 8000 pesos cada uno, es decir como 26000 sucres. Los felicito, chucha, ¿cuántas bielas nos íbamos a chupar con esa plata?
- Ya, loco. Es que ese hijueputa nos asustó - dijo Andrés.
- Yo si le di los otros cinco mil pesos que mi pidió - dijo Guillermo.
- ¡Vales es ver..! - le escupimos a coro. El pobre Guille, ya no tenía cara para vernos a los ojos.
- Si ves, chucha de tu madre. Te lo dije. Mejor, dicho, se los dije. Pero, no, que va, ustedes son supersabidos.
- Ya, loco, no jodas, que me pongo más cabreado. Mejor vamos a coger el bus que ya me la quiero sacar de esta huevada.
- Ya, simón... pero vales paloma, igual.
- Ja, ja, ja.


El camino a la estación de buses, por alguna razón, me pareció más agradable.

viernes, octubre 05, 2007

Respuesta a un par de cojudos

Hace un tiempo decidí no cerrar este blog, por pereza, por encargo, por cualquier razón o sin ninguna. El hecho es que no lo cerré y dediqué este lugar a escribir letanís muy extensas que tienen como objetivo agradarme a mi, y si a alguien más le interesan y les parece que encuentran algo de interés para consentir o rebatir, adelante.

Hace mucho tiempo que prefiero ignorar a los trolls, si vienen por acá simplemente les borro el comentario.

Y en general, este lugar debe resultar muy aburrido como para ameritar leerlo. Ni yo entro aqui más allá de una o dos veces en la semana. Así lo he querido yo.

Saltando a otro punto, más cercano al título del post, voy a dar cometimiento a un acto volitivo de mi entera responsabilidad.

Hace poco estuve leyendo en el blog de Coelispex un artículo liviano, pero con cierta gracia. Alguien por allí, generó un comentario un tanto desenfocado y coloqué una réplica. Como es costumbre de algunos QUE NO ENTIENDEN LO QUE LEEN, sino lo que prefieren entender, recibí una contestación absurda.


A mi me provoca risa cuando me dicen algunos interflautas que esperaban conocer a un flaco, debilucho, con anteojos gruesos de marco empastado. No se cuando se formó el estereotipo cojudo del ClumsyGuy que se le caen los libros, tartamudea frente a una mujer y es más torpe que el Chapulín.

De hecho, no se si alguien se le ocurre pensar que el cerebro coordina todas las actividades del ser humano, incluye las actividades motoras y neurovegetativas, además del "track" intelectual.

Sería lógico - aunque no necesariamente cierto, como todo, habría que probarlo experimentalmente - que una instancia de sistema nervioso que intelectualmente funciona mejor que el promedio, "coordine" mejor las funciones motoras y neurovegetativas.

Abreviando, si mi sesera me permite comprender conceptos y utilizarlos mucho mejor que el de los gilazos de los panas, seguramente, controla mejor el sudar y ponerme nervioso frente a una hembra y por supuesto que mis reflejos serían mejores. Se me ocurre que al jugar tennis calculo mucho más rápido el torque que debo aplicar, por dar un ejemplo pendejo. Igual en el futbol, puedo calcular más rápido donde poner un pase para que llegue el delantero y meta el gol.

SANTHROS




Y LA CONTESTACION

Santhros:

a) Es decir, ¿vos eres un nerd guapo o mas bien un norio alhaja? O eso es lo que tus neuronas dicen de ti.

b) Lo raro de tu afirmación es que los grandes futbolistas, los y las modelitos, por lo general siguen siendo bien remunerados y "reconocidos" por sus otros talentos y no por su dominio neuronal del área frontal. Por lo tanto, por mas maromas que tus neuronas hagan y por mas que éstas entiendan bien a Friedrich Nietzsche, no pueden cambiar la fisonomía (el fenotipo), aunque si, pueden generar neurotransmisores que te permitan soportar tu fealdad y hasta te convenzan de que eres un geek sabrosonix.

Kojudo Mayor
Y TIENE SEGUNDA PARTE
Y aunque no sudes o te pongas nervioso y te sientas muy seguro de ti, si vos eres feo, gordo, peludo y chiquito, tu éxito social y con las mujeres es limitado. Y eso te lo puede explicar con confusas ecuaciones el pana dueño de este changarro.
Kojudo Mayor

Naturalmente, respondí a esto manteniendo la compostura:

Kojudo Mayor, para conocer a las mujeres te va a tocar dialogar mucho con ellas, no te preocupes, son seres humanos, pueden sentir que tienen tanto o más defectos de los que tú sientes tener. Empieza cuanto antes, la juventud no es eterna.

El tema es que ser más listo - o nerd, geek, como prefieras estereotipar a las personas que te provocan temor - no implica ser un fracaso emocional, como tú sugieres. El dueño de este changarro colocó un enlace a un artículo que resume un estudio donde se demuestra todo lo contrario.

Pregunta 1: ¿Quién escribió algo de la apariencia física? ¿Ego?

Pregunta 2: ¿Ya que hablas de dominio de las neuronas del lóbulo frontal (Wow!), has leí­do algo con respecto al "diseño" redundante, especifí­camente en cuanto al sistema nervioso y de la sinapsis?

Pregunta 3: ¿Se necesita ser fisí­camente bello para ser exitoso? ¿para conquistar mujeres?

Pregunta 4: ¿Geek y Nerd es lo mismo?

Pregunta 5: ¿Será que agarras las preguntas y el comentario en buena onda, vas a Wikipedia, el pequeño Larousse o hasta el Libro Gordo de Petete a buscar información para responder argumentalmente, y no te lanzas en pos de mi con insultos, amenazas, agravios, maniqueísmos y ofensas, que por cierto me tienen sin cuidado?

Coelispex: De acuerdo. Aunque no al 100%, disculparás vos. K.M. ha escrito algo coherente, sugestión, por ese camino se puede ir. Las aptitudes innatas te dan una ventaja, pero es probable el desarrollar de forma deliberada y conciente algunas habilidades (emocionales y motoras) que no te van a llevar a nivel de competición como entendió K.M., pero pueden llevarte a superar a la media. Asumiendo como punto de partida un ser humano que en lo fí­sico, atlético y emocional sea normal (estadísticamente) y se distinga por su mayor capacidad intelectual.

Santhros
Recibí posteriormente una respuesta que me parece neutral de Kojudo Mayor. doy por cerrado el tema, pero para cualquiera que lea los comentarios debería resultar OBVIO que una vez más las personas ponen palabras donde las quieren ver puestas.

Ahi no termina la historia. Luego, viene el ya conocido Phantom, que siempre tiene expresiones tan saludables y concienzudas para conmigo. Recuerdo que toda su indignación no nace en ningún post que haya escrito en este blog. En realidad, para conocimiento general, Phantom empieza con sus agresiones - gratuitas - desde áquella época en que se organizaron los Premios Erebe 2006. El señor Phantom, de forma gratuita (tan generoso) empezó a embestir epítetos y recalcitraciones en el blog de Aldo Nirvana83.

En los comentarios que dejó en ese blog, escribió algo que no recuerdo bien, pero expresaba que el blog sólo buscaba popularidad. Le respondí que nadie que estuviera en el ranking de Blogalaxia podía desdeñar de la popularidad. Eso fue todo, respuesta en cero argumentos, llegó el odio.

Si no es asi, me interesan muy poco sus motivos.

Esto es lo que escribió Phantom, ingresando al hilo de discusión:

Jajaja, ¿o sea que según Santhros si soy sanito, psicológicamente mejor que el promedio y sé más sobre Física, centro de gravedad, fuerza, impulso, resistencia, etc. voy a poder levantar más peso yo solo que un man que por hobbie entrena halterofilia en la Federación Deportiva Cantonal?

(No leí el comentario aburrido y largo que hizo después en donde posiblemente intente rectificarse).

Jebus, cosas con las que uno se encuentra.

I'm too sexy for my shirt, too sexy for your shit, too sexy it hurts.

I'm not a model, you know what I mean

- Right Said Phantom version -

P.S.- Tema: Clasificación y niveles de la cojudez. Métodos no ortodoxos para medirla.

PHANTOM


Vamos por partes. Primero, ¿en qué parte - por el gran amor de Buddha, Jesus el Cristo, Topo Uranum, Shiva, Rah y Zeus - he sugerido semejante lesera? Cuando comparo con quiénes, inicialmente utilizo: "los gilachos de los panas". No digo: "los campeones de halterofilia". No menciono "los medallistas olímpicos". NO, hablo de los panas, los comunes y silvestres mortales, los que no corren 15Km diarios para entrenar. No corren 15Km ni en un año. No entrenan. Full stop -

Luego, me indica alguien donde dice - o se sugiere de lo que escribo - que puedes lograr un mejor rendimiento si eres sano, psicologimante y blah, blah, blah. NO! Escribí que podías superar AL PROMEDIO, AL PROMEDIO, AL PROMEDIO, si tienes una mayor CAPACIDAD INTELECTUAL, CAPACIDAD INTELECTUAL, CAPACIDAD INTELECTUAL que el PROMEDIO, EL PROMEDIO, EL PROMEDIO.

Eso, para no adentrarme en que HABLÉ DE REFLEJOS, REFLEJOS, REFLEJOS no de POTENCIA FISICA, POTENCIA FISICA, POTENCIA FISICA.

No va más lo de las fuentes en eco, pero hay personas que parece que necesitan este tipo de medidas para entender. Suele suceder con frecuencia que escucho al uno decirle al otro: "¿Me entendiste o te lo explico con peras y manzanas, Phantom?".

Tercero, alguien que dice que no leyó el comentario y aburrido, seguramente MIENTE. El más pueril análisis lo pone por lo menos en duda.

Frase Original:
No leí el comentario aburrido y largo que hizo después en donde posiblemente intente rectificarse. Phantom.

Contiene dos enunciados básicos:

  1. No leí el comentario
  2. El comentario era aburrido.
Si no lees el comentario, no podrás saber que es aburrido. Así de simple. Lo que me lleva a una de dos únicas posibles conclusiones.

  1. Phantom leyó el comentario. Eso quedaría corroborado por su adenddum: en donde posiblemente intente rectificarse.
  2. Phantom no sabe expresarse. Lo correcto sería haber colocado: "No leí el comentario, porque estimé que seguramente sería aburrido leerlo". El idioma es flexible, eso es una gran cosa, pero tiene sus límites. En el caso de un blogger creo que es necesario ir corrigiendo esos pequeños defectos, pero si ya has pasado de un año escribiendo una bitácora, es algo de lo cual preocuparse.
Para finalizar. Según recuerdo, NUNCA he colocado un artículo, post o lo que fuere, con contenido tendencioso, pendenciero o injurioso en contra de Phantom. Hoy tampoco, a no ser que abrirle los ojos a un POBRE COJUDO MEDIOCRE (no me refiero a K.M., al menos ese es el campeón de los cojudos) sea escribir un LIBELO, después de todo cosas como lo que viene luego de Jebus en el comentario de Phantom, no son precisamente EDIFICANTES o CONSTRUCTIVAS.

jueves, agosto 23, 2007

Viaje a Colombia (Parte III)

San Cristóbal. El nombre de la empresa de transporte que nos llevaría en un ascenso-descenso obligatorio y pesado por los valles interandinos del norte del Ecuador.

La majestuosidad del paisaje andino, el aire frío, seco y cortante nos hacía sentir esa especie de "pesadez" al respirar, pero también llenaba nuestra psiquis de la limpia compleción de los sentidos.

Llevábamos más de un par de horas de viaje, desde que dejaramos Quito y aunque sabíamos que hacía falta mucho trayecto, ya empezaba a aburrirnos la jornada. Los estragos de la intoxicación alcohólica y la ingesta no convencional de un desayuno no adecuado para las lides, empezaba a hacer efecto en nuestro sistema digestivo.

- Negro. Hazte un play, pídele al "chófer" una funda - me dijo Guillermo. Se notaba a leguas que su conocida capacidad de "aguante" había mermado horas atrás.

- Ya voy, loco, pero aguántate las ganas, no vayas a vomitar en el ...

La ventana y gran parte del asiento quedarían manchados de una mezcla de todo lo ingerido en las últimas 24 horas. Era un espectáculo. Bochornoso, asqueroso e inevitable. Pero, en el fondo lo había estado esperando durante todo el viaje. Y si se lo veía bien hasta tenía sentido, bebiendo brevajes y comiendo chatarra. Viendo la mancha parduzca-violácea que dejara el fuero de mi pana se me antojó similar a un viejo cuadro que viera en EEUU, de un tal Phelps. O algo así. Se me ocurrió que algún día, alguien conocería el éxito creando obras pictóricas generadas por un buen vómito.

- Pobrecitos los monitos, les cogió la altura - dijo una señora que no cabía en si, del espanto, asco y el sobrecogimiento que le producía la imagen patética y bochornosa que estábamos dando.

- Negro, pide una funda que voy a volver a vomitar.

- Eres como la gueivor, maricón. - dijo Andrés.

- Cállate, chucha. No jodas, que también te ha pasado. - le dije. Honestamente, empezaba a pensar que toda la idea del viaje no pasaba de ser uno más de los frutos inconsecuentes de nuestra inmadurez colectiva.

El chófer y todos los pasajeros empezaban a mostrarse aprehensivos; lo mejor era bajar el perfil y demostrar que lo ocurrido era un incidente debido a la inexperiencia -nuestra - en manejarse en la altura.

- Toma - le dije a Guillermo, cuyo rostro prácticamente había perdido su habitual tono rosáceo. - Andrés, también toma una; yo haré lo mismo. Hay que estar preparados, por si nos dan ganas de vomitar... nuevamente.

- Simón.

Y como era de esperarse, al menos para mi - que los conocía o creía conocerlos a profundidad - los compañeros de aventura tendrían la oportunidad de devolver sus fermentos estomacales en más de una ocasión. Hasta llegó a ser contagioso, pues más de un pasajero experimentó su inconveniente par de arcadas. Incluso su servidor, en su afán de rescatar el decoro del grupo, hubo de reprimir la fiebre regurgitativa que amenazaba erupcionar sin control alguno.

El trayecto, aunque corto se nos antojó eterno y caprichoso. La carretera Panamericana tan bien cuidada y con ese pavimento lustroso que parecía querer reflejar suavemente el azote del sol ecuatorial, era una especie de anaconda que nos sumergía en el vasto imperio de sus pabellones curvilíneos. Quebradas, curvas, subidas y bajadas, me recordaban esa ocasión en que visitando Disney trepé en la montaña rusa. Y devolví más de la hamburguesa con queso y coca cola Mucho más.

Menos mal que no hay mal que dure cien años. Y al estertor estomacal surgió un total vacío de palabras. Ni una sola por mucho tiempo. El mutis autoimpuesto nos mantenía en recelo del uno para el otro, pero el silencio es el compañero ideal de las almas que buscan de la manera más bizantina el asimilar en un zócalo de la memoria, la majestuosidad paisajística de un rincón desconocido de lo que llamamos Patria.

Yacíamos obnubilados, atenuados por la deshidratación y sencillamente maravillados por la explosión visual de un cielo prístino que hacía brillar con mayor intensidad al astro rey. La coreografía formada por la conjunción de voces con acentos desconocidos en media docena de pequeños pueblos se juntaba con el ritmo cadencioso de una naturaleza viva, expansible y hospitalaria. La ventana proyectaba - para nosotros - el video de un albazo viviente, entonado por los rondadores de las cascadas y cantado por las vibraciones de la madre Tierra.

Algunos pueblos de la vía, muchos más de los que pudiese recordar lanzaban flashes en breves segundos. Pasaron por nuestra vista y dejaron impregnados en la memoria sensorial permanente una muestra de los innumerables atributos que las hacen únicas. Y especiales. El olor a cuero, chicha y alfalfa. La tibieza de los fogones que atenúan el frío acerado de una serranía nevada. La ecuatorianidad en su núcleo, en el seno mismo de nuestra sangre india. Las mulas, las carretas, los pájaros y las gentes.

Las personas. Diferentes a cuánto uno espera. Visten diferente, hablan diferente, y hasta puede que piensen diferente. Pero sienten igual. Somos iguales en esencia, diferentes en detalles. Ahora entendíamos con precisión que significa ser ecuatoriano. Cuando encuentras la raíz has hallado la razón y quizá muchas respuestas. Incluso a áquellas interrogantes que nunca te planteaste; y, a las que no tuviste el valor de contestar.

Una lluvia tenúe que marcaba cardenales en los vidrios clausurados de mi ventana anunciaba que llegábamos a nuestro destino. Rumichaca. La frontera final.

Ninguno de los tres había pisado una frontera terrena antes. No sabíamos que esperar. Lo cierto es que mientras mi aprehensión tocaba notas agudas en el pentagrama de mis diálogos internos, mis compañeros habrían conseguido el sosiego vicioso de una purga de juergas, acomodando sus sendas cabezas en sus sendos hombros. Dormidos, como un buen par de borrachos, con un arroyuelo de saliva deslizándose por las comisuras de sus bocas espantosamente abiertas.

- Son una pendejada. ¡Maricones, ya despiértense! - les dije. Había aclarado mi voz. Y resistido el vómito, el mareo, la anoxia y la mala comida.

La frontera nos esperaría. Con el reto de cruzar por primera vez a pie la separación virtual de dos pueblos. Si había algo que diera sentido a la aventura, si existía un punto en donde terminaba la ronda clasificatoria y empezaba la carrera, ese era justo allí y en ese momento. Rumichaca. A unos minutos de Colombia y a solo unos pasos de las memorias que hoy invaden estas crónicas.

- o -



sábado, agosto 11, 2007

Viaje a Colombia (Parte II)

El bus no era precisamente de categoría "Platinum", ni llegaba a medianamente decente. El conductor era un treintón con cara de ladino, olor a tabaco rancio y por todas señas, uno de esos delincuentes de las vías. El viaje no se veía en sus inicios nada halagador.

Pero, estábamos allí y eso es lo que realmente importaba. Andrés y Guillermo se sentarían juntos - par de maricas. A mi tocó sentarme detrás de los dos, con el consuelo único de que el "Gato" no me tocaría de compañero de viaje, lo cual resultaría el más efectivo de los vomitivos, dado el caso.

Guayaquil se ve tan extraño cuando vas abandonándolo. La salida a la Sierra es siempre igual, llena de carros, luces y vigilantes de tránsito. Y en esa época, también repleta de vendedores, buhoneros y pillastres, algunos de ellos dispuestos a meter mano en los bolsillos de tantos inmigrantes que llegaban a la ciudad, llenos de polvo, mohinos y sin un centavo. Pero con la esperanza de encontrar una vida, allí donde los demás peleaban por sobrevivir. Dejando una realidad dura, para formarse una - en veces - imposible.

Y ese Guayaquil que nos había visto crecer, ahora no saludaba directamente a las ventas, cruzando la majestuosa estructura del Puente de la Unidad Nacional. El río, al que difícilmente prestamos atención, se convierte en un poderoso imán de los sentidos del que lo cruza, con la aprehensión del viajero que sabe que su corazón lo haría regresar, bajo la salvedad de que el destino no se lo impida. La vida es un regalo maravilloso, pero en un segundo se nos arrebata de las manos.


- Negro, el bus va vacío - me dijo Guillermo. Era lógico. Al no ser época de temporada o fin de semana, la Cooperativa San Cristóbal no tenía más remedio que hacer partir sus buses con los pasajeros que hubieran. Y recoger a los que hicieran falta en el medio del camino. Si los hubiese, claro está.
- La plena, creo que mejor nos vamos a sentar atrás que están más grandes los asientos, y podemos ruquear comódamente. - le respondí.

Como si lo hubieran asaeteado, Andrés volvió de uno de sus conocidos lapsus y me imprecó sin sutileza, pero sin agresividad.

- Chucha, que dormir, ni que nada, caremazos. Yo traje una patucha para bajarnos en el camino.
- ¿Patucha? - le dijo Guillermo, que empezaba a dibujar una sonrisa ladina de satisfacción.
- Una de Trópicaña, pues, pana. Con una botella de Coca-Cola de dos litros y una funda de limones que compré abajo en el Terminal.
- No jodas, maricón! Y no se cabreará el chófer - le dije, algo aprehensivo ante la audacia de Andrés.
- No, chucha, no seas marica. Dale nomás y si reclama le damos su pepo.
- Bueno, prepárate uno, pero que sea "light" - dijo Guillermo.
- ¿Light? Que chuca, que es Marlboro, no jodas
- Jajajajajaja.

El viaje pintaba la tónica de lo que sería en su mayor parte, una aventura de alcohol, diversión, noches de fantasía y el agregado del lazo de amistad que haría de ese tiempo, algo digno de ser encapsulado, recorrido una y mil veces y dada la oportunidad, desenterrado del baúl de los recuerdos, para volver a vivirlo en esas tardes otoñales en las que la rutina nos asfixia lentamente, presionando con sus garras las gargantas de los que una vez no conocieron la necesidad de tomarse un respiro.


- o -

No hay nada peor que un chuchaqui. Pero, si añadimos que el cóctel que lo produce es una salsa de etanol, metanol, aldehidos y amoníaco; que el escenario de la "chupiza" es un bus en ascenso a las sierras ecuatorianas y que no teníamos ni la más leve probabilidad de parar a descansar, el resultado se acerca a los estertores de una herida de cañón en el cráneo. Vomitamos durante toda la maldita madrugada, abriendo las ventas y molestando a los poquísimo acompañantes del bus. What a mess, GodDammit!

No sirve de nada llegar en la mañana, porque nuestro tracto digestivo difícilmente resistía el paso del agua. Pero, dicen que los ánimos llevan al ser humano más allá de las limitaciones físicas, y nosotros pudimos comprobarlo, sin tapujos.


- ¡Zea! Despierta, chucha, que ya llegamos a Quito. Guillermo, definitivamente no sabía de corrección política. A él lo había despertado yo, hace como treinta minutos. Y a mi, me despertó el ruido. Ese ruido sintético, mezcla de motores en explosión con fábricas y gentes, amalgamado del sonido tenue de los vientos andinos, golpeando la carcasa del vehículo, anunciando que habíamos llegado al destino.

- Ya voy, déjame dormir un rato más. - Andrés, estaba más en la mierda de lo que creíamos. Su rostro estaba más pálido que el de Guillermo, y eso ya era bastante preocupante. Podría darle el zoroche, y ahí si que estaríamos jodidos. ¡Coños! ¿porqué habríamos tomado esa porquería de bebedizo?

La Terminal de Quito no era cosa que llamara mucho la atención, pero los tres "monitos" borrachos, sólo queríamos encontrar dos cosas. Un baño para mojarnos el rostro y un buen puesto de ceviches o encebollados. Encontramos - para nuestra gran fortuna - las dos, pero ¡joder! que se nos hizo eterno el camino.

El encebollado no era precisamente de la calidad de los que uno se encuentra en Guayaquil, pero estaba algo más que aceptable y el precio era económico, así que le hicimos buena cara y nos lo pasamos con unas sendas Coca-colas y el correspondiente pan. Después de todo, hubiese sido peor proseguir la jornada con los estómagos vacíos y las ganas de vomitar los apellidos - letra por letra - desde la ventana del bus.

- Zea, eres una pendejada, ¿que le pusiste al trago? - le pregunté a mi amigo, que poco a poco recobraba su habitual color cobrizo.
- Nada, pana. Creo que nos hizo mal la altura, loco.
- Simón - dijo Guillermo, que también parecía recobrar la energía inicial. - Me parece que deberíamos tomarnos un par de bielitas ...
- Y la mordida del perro se cura con la misma lana, ¿verdad? - le dije.
- Simón, pero mejor que sea otra vez.
- Si, porque ya el carro está por salir - dijo Andrés.
- ¿Hasta donde vamos esta vez? - le dije.
- Hasta Tulcán, negro. Son como cuatro horas.
- Por la puta - dijo Guillermo. - Es demasiado tiempo.
- ¡Gato malnacido! Nos embarcó en esta huevada, y se quedó en Guayaquil - dije.
- Simón, pana, es como la gueivor - dijo Andrés.
- Pero cuando regresemos le partimos el culo a patadas, para que no sea Capitán Araña - dijo Guillermo.

El ánimo colectivo había mejorado tan pronto, que hasta resultaba sospechoso. El bus, la terminal, los deseos de pisar nuevas tierras, jamás se verían impedidos por una resaca de a perros. No a los tres, no al gran equipo. Esto no había hecho, sino, empezar.

miércoles, agosto 08, 2007

Viaje a Colombia

Hace unos años - muchos - la vida me preparaba una aventura, de esas que se impregnan en el entramado electroquímico que conforma las piezas de eso que sólo atinamos a llamar memoria.

Tenía 20 años, las ilusiones intactas y promesas de carrera, libertad y triunfos. No todas se llegaron a concretar, pero no se puede uno quejar, así es la realidad. Rodaban esos años universitarios, al ritmo de la música alternativa, basketball de la NBA, televisión por cable, los primeros armatostes de celular - tan primitivos como un teléfono de los 60s - y el hábito monstruosamente juvenil de empapar de placer los momentos. Todos los momentos. Placer sexual, musical, alcohólico, primitivo; tan lúdica es la juventud que parece deslizarse vertiginosamente por la quebrada de la madurez, como si la vida no tuviera límites. Pero a los veinte, están tan lejos las barreras que uno no alcanza a divisarlas.

En esos días en que la vida parecía algo tan maravilloso, nosotros, los muchachos del ayer, nos deleitábamos con las posibilidades - tan factibles, y a la vez tan oníricas, a la luz del más moderado de los pragmatismos - de cambiar el mundo. Estábamos seguros de que a cada paso que dábamos, en cada latido de nuestro corazón pringado de socialismo, igualdad y deseos revolucionarios; en cada respiro, a cada idea que poníamos en la práctica, en realidad, estábamos impulsando el movimiento. Vencer la inercia tenía todo que ver. Era nuestra razón de ser, el poner en marcha los planes, el dar la vida por nuestro ideario colectivo.

Y sin embargo, sólo soñábamos. Despiertos, pero con las pupilas dilatadas de sueños que nunca se hicieron metas. Con la facilidad engañosa de rompernos el lomo por un día, quizá hasta por una semana, para después permitir que la inmadurez de nuestras decisiones nos desviaran de los objetivos que en largas noches de alcohol y cigarrillos, habíamos ideado. Hasta habíamso jurado por nuestra vida que así sería, que jamás seríamos diferentes. Que al dejar la Universidad, nuestras vidas seguirían un camino paralelo.

Era con ese grupo de amistad juradamente eterna con quiénes compartía el día, las vivencias y toda la mierda que nos sucedía. Eramos el uno para el otro, el paño de lágrimas, el hermano que aconseja, cómplices y encubridores. ¿Quién necesitaba una guía, cuando los amigos están allí para ayudarte a perder juntos la ruta?

Los días pasaban y los ojos permanecían cerrados, mientras los huesecillos del oído - en constante vigilia - disparaban mensajes a los centros nerviosos de una generación transitiva. Y se daban las oportunidades. Nosotros las tomábamos.

Fué - según recuerdo - uno de esos martes en la Facultad, cuando el calor de mediados de octubre nos obligaba a refugiarnos en el ambiente acondicionado de la Biblioteca. La Politécnica, ¡ay!, si tus muros tuvieran labios, cuántos profesionales se avergonzarían de sus vidas estérilmente llevadas una vez que han salido de su claustro. Ese martes, no había "soccer", ni tampoco basket. Y el sol era demasiado intenso como para pensar en el "cuarentazo" vespertino. Así, mientras dispárabamos insensateces, como mercenarios entrenados en el arte de las balas a discreción, a alguien - alguno de nosotros -, más precisamente al "Gato" González, se le vino a la mente algo que había leído en el camino.

- Negro. Ahora que me acuerdo. Hay un Congreso en Colombia.
- ¿Y? - le dije. Habían ocasiones en que el Gato era tan insoportable, callado como vomitando las tripas con sus idioteces. A fuerza de escucharlo tanta veces, uno se acostumbra. Pero no era aconsejable prestar atención a sus peroratas interminables en los días calurosos. Para nada.
- Loco, a los estudiantes les cuesta casi nada.
- Habla serio. ¿Cuánto para ti es "nada"? - le respondí.

Si al Gato le tuviera que determinar la raza, seguramente, hubiese sido un gato de Angora. Era de esos típicos aniñados que nunca encajan. Como decían por allí, era demasiado cholo como para que los aniñados lo consideraran de su clase. Y demasiado burgués para el gusto del grupillo de los "chiros y famosos".

- Cuesta como cuarenta dólares, pero dura cuatro días - me dijo, mientras en su interior seguramente luchaba contra la impotencia del que se siente un desclasado por su propia naturaleza. No había forma de dejar de lucir tan "aniñado". Hasta su voz y modales, los hacían ver como un lunar en el grupo. El lo sabía, y para el colmo de sus males: le importaba.
- Bueno, cuarenta dólares son como ochenta mil sucres, loco - dijo de repente Guillermo García. Guillermo era algo así como el primer oficial del grupo. Una especie de caballero, mezclado con gañán. un idealista total, con la excepción expresa de su amor por el dinero y el enriquecimiento fácil, que lo llevaría - en su momento - a besar los adoquines del Salón del Cabildeo. Pero, eso estaba lejos de ocurrir, en ese entonces.
- Bueno, la plena que no es mucho billete, pero... ¿en qué parte de Colombia es, Gato? - les dije. Andrés Zea, el miembro vago de la tripulación había despertado de su pelea con el videojuego pórtatil de Pacman que siempre tenía en la mano. Parece que por fin habíamos captado su atención, porque soltó su infernal "gadget", prehistórico y ruidoso, a la vez que fútil e innecesario.
- Creo que es en Bogotá - respondió.

Ninguno de los cuatro conocía Bogotá. Sólo sabíamos que era una ciudad enorme con un clima parecido al de Quito. Y teníamos claro que siendo 1994, aún no habían pasado muchos años desde áquel bombazo que destruyera un barrio entero. Casi once manzanas chamuscadas, llenas de muertos, heridos y llantos. Un monumento a la idiocia, la violencia y las más bajas pasiones del bípedo "inteligente". Hasta el sentido de humanidad tiene unas cuantas batallas pérdidas.

No nos tomó mucho tiempo zanjar el tema. Después de todo, Bogotá no está tan lejos. Al menos eso pensábamos. Nuestra infantil devoción por la aventura nos llevó a pensar que la mejor manera de determinar el tiempo de viaje, era la medición por cuartas.

- Mira, negro. ¿Si ves este plano? - me decía Andrés, mientras ubicaba Guayaquil en el globo terráqueo que habíamos "tomado prestado" de la oficina de un profesor.
- Yo se reconocer donde tengo puestos los pies, pues, chucha. Está justo aquí.
- Ya, pero no me putees, pues, care'ver. Mira, la webada es que de Quito a Guayaquil, son 10 horas, ¿no?.
- ¿Y? - le pregunté, pero ya entendía de donde iba todo el asunto del globo terráqueo y las habilidades de reconocimiento geopolítico.
- Mira, de Quito a Bogotá es casi la misma distancia que de Guayaquil a Quito. Entonces si de Guayaquil a Quito son diez horas, de Quito a Bogotá ha de ser como ...
- ¡Estás hablando con las tapas del orto, chucha! - le respondí a medias indignado, a medias entre risas. !Chucha, como mínimo ha de ser el doble de distancia!.

Andrés se quedó en shock, pero sólo un segundo. Debía estar pensando algo ingenioso que replicar, para no quedar "como la guievor". Ya lo conocía. Al menos eso creía, aunque la rueda espacio-temporal del destino, me demostraría a la larga que de gran amigo a traidor, la distancia es a veces tan corta, como la longitud de un autómovil. O de una chequera.

- Chucha, ¡mira bien! - me dijo. Es casi la misma distancia, sólo que no es en diagonal, como de Guayaquil a Quito ...
- Y no hay que cruzar tantas montañas - dijo el Gato, que había decidido compartir en silencio la reunión. La verdad era que casi siempre estimábamos su compañía. Pero, la preferíamos con el botón "mute" presionado... permanentemente.
- Sí. Eso es la plena. Ir a "Norrolandia" es una pendejada, por tantas curvas - dijo el Guille. Siempre termino vomitando en esos interprovinciales de mierda.
- Bueno, entonces, ¿cuándo mismo partimos? Recuerden que tengo que avisar a mi tío en Bogotá que vamos a ir.

- o -
Llegó el día de partir. Ni había sido fácil, ni empezaría a serlo. Tuvimos el dolor de no poder llegar completos a ese día, el "Gato", el de la famosa idea, el que nos había sugestionado para embarcarnos en esa aventura, nuestro amigo "calladito", no podría acompañarnos. Sus padres. Eran un ejemplo de lo que la clase media alta experimentaría a lo largo de más de quince años de decadencia. Habían tenido una pequeña fábrica de muebles, un departamento en las afueras de South Beach, una finca de recreo en La Maná, unas cuantas acciones de una empresa de Pasadena y una casa de estilo italiano en Los Olivos. En cinco años, sólo les quedaba la casa. Eso y un orgullo sin bases, inconsecuente con la realidad de sus bolsillos, que con el tiempo sólo adquirían telarañas.

Los "felinos" - padres del Gato - no le permitieron ir. Aunque sería más justo aclarar que los más probable es que no tuvieran el dinero suficiente para que el Gato pudiera hacer el viaje como lo debían hacer los que tienen "plata". Para alguien de la posición del Gato era simplemente inadmisible el viajar en bus - aunque fuera de categoría Platinum -, hospedarse en la casa de un familiar de un amigo - es decir, un perfecto desconocido, que por ser colombiano podría ser narcotraficante - y mucho menos viajar sin sus dos mil dólares y un par de tarjetas de crédito. Era preferible que el Gato no conociera Bogotá, antes que rebajarse a la categoría de los "pata en el suelo" de sus compañeros.

Con mucha pena nos despedimos del Gato. No sabría decir si era tristeza o alivio lo que vi en su rostro. Siempre fui mas perceptivo que mis coetáneos y creo - casi a ciencia cierta - que nuestro "pana" no tenía intenciones de viajar, así que sus padres no hicieron más que facilitar su escape.

Nuestros padres estaban todos en la Terminal esa noche. Eran las 19h30. Nos esperaba un bus y una aventura. Después de todo, mi propia abuela es colombiana y fué mi abuelo quién la conociera en su primer viaje a Colombia. Dicen que por leyes pendulares, el destino se repite - en ocasiones - en los descendientes. Ese era el principal temor de mi padre, que no pudo menos que aconsejarme que usara preservativos.

- Cuídate mucho, mijito - me dijo mi tía. Para ella, que había conocido la Colombia de otras eras, no veía un peligro en el viaje. Pero, siempre pueden suceder los imprevistos y los siniestros.
- Claro que sí - le dije. Decidí que no iba a llorar, después de todo, era un gran día para nosotros. O una gran noche.
- Hijo, tenga mucho cuidado. Mejor no vaya a beber nada. Y dele mis saludos a Enrique. - me dijo mi padre. Ese gran hombre que me quería tanto y que en esos días apresurados no sabía apreciar.
- Abuelita, por mi no se preocupe. Apenas llegue los llamo - le dije a mi dulce abuela. La mujer más diáfana, cristalina y firme que conozco. No se de alguien que pueda combinar de forma más sabia la bondad, la disciplina y el amor infinito de quien se sabe doblemente madre.

Partimos. Guayaquil se veía más intensamente activa que nunca desde la plataforma más alta del Terminal Terrestre. Los vendedores agolpados en las afueras del Terminal, los buses que entraban y salían de la ciudad, la fuerza vital de un pueblo grande de dos millones de bípedos atareados.

Mientras el bus ajustaba su marcha en medio del flujo continuo de carros, gentes y perros, nosotros nos despedíamos - asumiendo que sería temporal - de la ciudad que nos vió crecer. En el ánimo colectivo del trío de oro, el viaje empezaba a aumentar el saldo del espíritu positivo. Era temprano para declarar el éxito de la jornada, sobre todo por el vejestorio en que nos desplazábamos.

Continuará ...

martes, agosto 07, 2007

Entre copas y pasos

A veces no hay mucho que decir, todo va cambiando de lugar. En ocasiones quisiera volar y pedir prestados los sesos de un gigante. Si mi vida fuera de altos y bajos, habrían más altos que bajos, más segundos a solas que compañía.

Todo lo que hago, todos los esfuerzos a veces, carecen de sentido.

sábado, julio 28, 2007

Una decisión fatal

Juan Alberto es un viejo amigo. Para ser mas preciso, lo fue. Y no se llamaba Juan Alberto, pero no quiero revelar su identidad. Nos conocimos en la época dorada de la secundaria, cuando las preocupaciones se reducían a mujeres, deportes y estudios.

No era un tipo brillante, pero era un estudiante promedio. Soñador, con muchas metas y un deseo permanente de vivir. Recuerdo haber jugado fútbol con Juan Alberto y toda la gavilla de muchachos que éramos en ese entonces, tan jóvenes y tan despreocupados. La inmadurez y las hormonas solían tomar decisiones a nombre de nuestra reflexividad; casi nula.

Salimos del colegio y Juan Alberto junto a un grupo numeroso de graduados - entre los que se incluye su Servidor - abordamos la posibilidad remota de ingresar en la Escuela Superior Politécnica del Litoral: la Poli.

Juan Alberto, pese a sus limitaciones en el plano intelectual abordó el reto, como lo hacen los verdaderamente grandes. Puso todo su empeño al servicio de su causa. Y finalmente, esas horas de clase, las penosas tardes en Ayudantías, prácticamente botados en ese fin de mundo que era el Campus "Prosperina", y todo el esfuerzo de noches y madrugadas afilando lápices y devorando páginas rindió su fruto. ¡Lo logramos, negro! Recuerdo aún sus palabras, y no puedo mentir, las lágrimas se desbordan de mis párpados, riñendo con mi voluntad que prefiere recordar los momentos alegres en homenaje al optimismo de Juan Alberto.

Y pasaron los años. Para algunos fueron duros. Muchos quedaron en el camino, por diferentes circunstancias. Pocos llegábamos a egresar. Y Juan Alberto y yo, estábamos allí, en ese selecto grupo. Fué cuando entendí el significado global del término "carrera". Se trataba de resistencia, no de velocidad.

Y la vida nos separó un poco. Salimos del Alma Mater y empezamos la verdadera carrera. La carrera de la vida. Yo viajaba mucho. Juan Alberto lo hacía poco. Conocimos gentes, personas, lugares, tiempos y muchas circunstancias. Pero, al margen de como nos trataba la vida - bien y mal - seguíamos en contacto, con menos frecuencia, pero con la misma intensidad de la amistad que empezó temprano en nuestra vida.

Y le tocó encontrar a esa persona especial que le tocó el corazón a Juan Alberto. Ese ser lleno de bondad, de humanidad y amor reciprocado. Y como es lógico y natural, cuando dos personas se aman, decidieron embarcarse en la aventura del matrimonio.

Allí fue cuando la fatalidad tocó a su puerta. Juan Alberto, que había sido siempre tan conservador en sus actos y tan convencional en sus relaciones, tuvo que tomar una decisión que afectaría el resto de su vida.

Fué en su despedida de soltero,en la cual estuve presente. No podía fallarle, siendo yo, su amigo de toda una vida. Fue un acto cualquiera, lleno de las vulgaridades que se pueden esperar; sobrado de alcohol, bromas pesadas, música rimbombante y bailarinas exóticas. Strippers, quiero decir.

Toda la velada estuve nervioso. Debió ser por ello, que falté - inusitadamente - a mi costumbre inveterada de beber como cosaco en las despedidas de soltero de los panas. Estaba algo ansioso, pero no quería que mi amigo, que se despedía de la Liga de los Solteros, tuviera un motivo siquiera para sentirse mal. Así es que modelé la mejor de mis expresiones faciales y adelante con la fiesta.

Para cuando llegaron las bailarinas, Juan Alberto y unos batracios panas del barrio estaban en estado de ebriedad a media llave. Yo no podía evitar la aprehensión, pero no precisaba porqué. Es esa especie de sentido oculto - el tercer ojo tibetano - que me alerta de los peligros.

- Me llamo Carolina. Eso me dijo una de las strippers. ¡Wow! me dije a mi mismo, esta pelada está rebuena. Y no estaba exagerando. Un metro setenta, noventa-sesenta-noventa, piel bronceada, acento colombiano, caleña por toda seña, el rostro delicado y sus ojos de un pardo que hacía juego con la piel. Esa piel que me daban ganas de morder en toda su superficie, incluyendo sus repliegues.

No le quité la mirada de encima y estoy seguro que el destino es ineludible, porque cuando algo debe suceder simplemente pasa. Y todo contribuye a que se desarrollen los eventos de una u otra manera.

Recuerdo que Juan Alberto estaba algo ebrio cuando las chicas lo llevaron al centro de la tarima. Recuerdo también que mi corazón estaba dando tumbos, no se si por Carolina o si fuera por el desasosiego que me invadía. Decidí ir por unos tragos, ¡qué diablos! Yo no iba a amargar la noche. Con el rabillo del ojo, mientras avanzaba hacia la barra, pude ver a otra de las strippers - una morocha alta, con un trasero espectacular - desnudar a Juan Alberto, en una de las clásicas bromas de las despedidas de soltero. Decidí no mirar, después de todo no es agradable ver a un pana humillado en frente de una horda de borrachos.

A la que no le podía quitar la vista de encima era a la tal "Carolina". Muy buena, muy sensual y con menos ropa lucía irresistible. Estaba decidido. Esa noche sería mía, a como diera lugar. Por supuesto, estaba más que dispuesto a seducirla, pero no a dar un centavo a cambio. Faltara más.

Llegué a la barra y pedí una cerveza y un paquete de cigarrillos. No hay, amigo - me dijo el patucho que atendía en la barra, un viejo conocido. Habría que salir a buscar tabaco. Salir y cometer un error lamentable.

Regresé y le lancé al gorila de la entrada su respectiva bocanada de humo en pago por la grosería del trato que se había empeñado en proporcionarnos. No me dijo una palabra. Tampoco es que esperara que reacciones. Con el tiempo aprendes a reconocer el libreto de estos fulanos. Los "Buenos Días", "Buenas Noches", "Pase Usted", "Por favor" y "Gracias" los reservaban para los que dieran una propina superior a los cinco yanquis.

Entro de nuevo al local y me sorprende el repentino "silencio", si se puede calificar como tal al estado sonoro reducido de la estancia. ¿Qué pasó? - me pregunté a mi mismo, mientras uno de los batracios panas de Juan Alberto corría a mi encuentro para remarme un tabaco.

- ¿Qué pasó, donde se fue Juan? - le pregunté.
- Creo que se fue con la colorada a otro lado - me dijo mientras encendía el cigarrillo en sus dedos temblorosos.
- ¡Qué! Pero, si el pana está muy borracho, chucha. Le puede pasar algo.
- Mira, loco, el man está ya grandecito, como para saber lo que hace. Y la plena, que la man está buena.
- Si, maricón, pero el man no es de andar con putas.
- ¿Y? No sufras, chucha, que ... ¿es tu marido?
- Andate a la v... El problema es que le pueden hacer huevadas y el man se casa en tres días, pues.

No recuerdo haber cruzado más palabras con esa gente. Daba igual. No sabía si me molestaba tanto el que se haya ido pluto, con probabilidades de que lo dejen pelado en algún motelucho +o el hecho de que no había podido cumplirme el capricho con Carolina. Cuando le pregunté al gorila si había visto donde fueron, me dijo que se fueron en el Montero con mi pana y las peladas. Le habían dejado una buena propina.

- 0 -


El féretro era igual a cualquier otro que hubiese visto. Con esa excesiva ornamentación que es tan clásica de las funerarias guayacas.

Como siempre, el panorama no difería de los velorios convencionales. Flores, flores y más flores. Personas que lloraban por aquí, otros que dormían y por supuesto, no faltaban los jugadores de cuarenta y uno que otro borrachín que no sabía que hacía allí.

La señora María ya no tenía lágrimas en sus ojos enrojecidos. Es duro ver partir a cualquiera de tu familia, pero el dolor es insoportable cuando se pierde a un hijo. Al hijo que más se amaba.

- Mijo, ¿porqué se fue Juan Alberto? Él era tan bueno.
- No lo sé, señora María.

La verdad si lo sabía. Se fue porque no tuvo precaución. Se fue porque sus amigos de verdad nos descuidamos sólo unos minutos, y los batracios malparidos que se decían sus amigos lo indujeron a tomar una decisión fatal.

Su esposa. Pobre. Le quedaban mil recuerdos, muchas fotos, un vestido de novia y una cama vacía. Lo amaba, sí. Aún cuando Juan Alberto le confesó la verdad. Cuando le dijo porqué no quería tener relaciones sexuales con ella. Cuando le explicó el porqué se lo veían tan pálido y tan decaído.

Para todo el mundo Juan Alberto falleció de cáncer, se lo había provocado el cigarrillo, aunque tuviera años sin probar el humo. Para los que tuvimos la desgracia de saber la verdad, esa mentira piadosa no podía resultar más desagradable e hipócrita.

Sí, fue el SIDA el que se lo llevó. Allá donde nunca más lo veremos. Sólo fueron veintitantos años, pero su recuerdo durará para siempre. Y sólo le tomó unos meses a la maldita enfermedad el destruir su cuerpo, aunque su voluntad le mantuviese fuerte hasta el momento final. Dos días en cama, mucha agonía y unos cuantos minutos antes de expirar. Todos estábamos allí. Todos los que lo queríamos, los que conocimos al ser luminoso que fue.

En un día como hoy, cuando cumple unos años de fallecido, me pregunto: ¿qué hubiera pasado si no hubiera salido a comprar ese paquete de cigarrillos? Dicen que si sigo fumando moriré de cáncer, pero esa noche - paradójicamente - el tabaco quizá me salvó la vida.

lunes, julio 16, 2007

Bloggeando

Una vez escuché por ahí que en realidad un weblog no es realmente un diario personal. El argumento de la persona que hacía esa observación es que la mayoría de los que escriben un diario personal, lo hacen a sabiendas de que nadie lo va a leer y que en realidad descargan sus pasiones íntimas en esas páginas cerradas de un cuadernillo, por lo general, puesto a muy buen recaudo.


Por el contrario, esto de los blogs es lo más impersonalmente personal o públicamente privado que jamás haya conocido. No importa cuanto se sueñe en mantener la privacía de lo escrito, tarde o temprano se hace público. Si no es a causa de un buscador, será porque alguien de alguna manera ha llegado, pero si al configurar la cuenta del blog no se lo hace privado, es decir no se limita el acceso, pues, seguramente esa bitácora a la que se dedica algo de tiempo será susceptible de ser leída, muchas veces compartida, en otras seguida y hasta criticada.


Lo importante de este mundo de los weblogs es la capacidad de reemplazar ese cuadernillo que dejábamos botado una vez que encontramos un mejor interés. Aquí también podemos dejar nuestras impresiones y el diario vivir. Se escribe de la anécdota, de la vida, de nuestra historia, de como vemos le mundo, de los peces, de los computadores, de la ciencia, del relajillo, de la música, de un sinfín de temas, pero el hecho es que se escribe.


Sin revisión editorial, sin censura aparente, sin presiones competitivas. Solamente llegamos al final de un día, el que nosotros elijamos y le damos duro al teclado, sin prisa, sin pausas. Y de alguna manera que no llegamos a comprender, dejamos una huella de nosotros en este marco espacio-temporal que nuestros sentidos nos revelan.


sábado, julio 14, 2007

Un año, un blog.

Oficialmente este espacio se abrió en mayo de 2006. Luego de un largo mutis de dos años, me acercaba nuevamente a la publicación en la red, pero estaba vez en el estilo de los blogs. No más angelfire, ni más páginas personales, esta vez era una bitácora la que recibiría mis descargas insomnes.

Pero, faltó tiempo al inicio. Algo de consistencia y motivación, también. Y así, fui dejando pasar los días y realmente fue a mediados de Julio del año pasado, cuando empecé a escribir. Primero fueron los temas del diario vivir, luego entraron las opiniones, y hasta debo reconocer que hubo uno que otro hatepost. El estilo también fue evolucionando y poco a poco fueron llegando los lectores. También fui conociendo a algunos amigos.

Este blog vió pasar buenos y malos momentos. Tuvo incluso su invitado, el Dr. Konch, que escribía una lírica fluída, extraña, a veces disparatada, en otras ocasiones certera y colisionante. Tuvo sus premiaciones - sin premio - y pudo superar incluso las campañas ¿a favor de? la decencia, la moral, las buenas costumbres y lo políticamente correcto, para ganar un concurso como el mejor Blog de Opinión, que unos cuantitos entendían como el Premio al Blog de la Mejor Opinión. Le vieux temps! Tuvo también sus trolls, algunos de ellos menos originales que una canción de comercial televisivo, otros tan salaces que parecería que provenían de la lagartera. Hasta que encontré uno que realmente representó un reto intelectualmente atractivo, aunque demasiado agresivo y con el error de tomar a lo personal aquello que es una diferencia de opinión.

Lo importante es que ustedes siempre estuvieron aquí. No, eso no es lo importante. De todo lo escrito aquí, si tuviera que extraer un solo comentario o un párrafo de un post que pudiera resumirlo todo sería el siguiente: se publicó. Lo que es rescatable, lo esencial es que el autor ha podido publicar cuanto ha querido, sin la debida censura. No es que últimamente me den ascos al utilizar las frases coloquiales que solían adornar los primeros posts, no. Es que simplemente, no se ha escrito nada más aquí que lo amerite. Esas ínfulas incorrectas, los desvaríos de la abstracción, el deseo de agresión fueron apagados en la juntura de los caracteres, hasta convertirse simplemente en lo que hoy se lee. Son historia, SON HISTORIAS.

Ahora por aquí se publica esporádicamente. Básicamente porque este espacio es el mío, el otro blog es de un grupo que tiene un proyecto, una meta. Acá se escribe cuando hay tiempo, cuando sobran las ganas. Acá se depositan las letras que convierten lo íntimo en público. Por este pequeño espacio faltan muchas cosas, ya no hay muchas alegrías, ni tristezas, pero sí que hay vida. Aunque no sea notorio. Este es el espacio preciso para escribir la verdad, mi verdad. Por eso el título comienza por auténtico.

Me despido - por ahora -; dejando sólo una aclaración que siempre debí hacer. Veces miles me acusaron de redactar un clon de Batiduende y Tijerón. Nunca dije nada al respecto, más por pereza que por lo que fuere, pero hoy al cumplir un año, algo me empuja a hacerlo. Esto nunca ha sido un clón de nada, señores. En todo caso, es un clón de la realidad subjetiva de ese ser extraño, obscuro, solitario y reflexivo que se hace conocer como Santhros ibn Shinu.

Saludos y Gracias a todos.


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martes, junio 26, 2007

Ocho cosas que no saben de mi

En respuesta al meme que me envió el Doctor Tofu-Sensei, voy a publicar ocho cosas sobre mi. Pero, primero las reglas:

Primero las reglas:

1) Cada jugador cuenta 8 cosas de sí mismo.

2) Además de las 8 cosas tiene que escribir en su blog las reglas.

3) Por último tiene que seleccionar a otras 8 personas y escribir sus nombres o blog.

4) Por supuesto, no hay que olvidar dejarles un comentario (que han sido seleccionadas para este juego).


Ocho cosas sobre mi

1) Soy básicamente un buen amigo. Soy de los que prefiere estar en los momentos difíciles, dando apoyo, consuelo y hasta consejo cuando me lo piden o cuando creo que es conveniente darlo.

2) Detesto a la gente "ladilla", a los petulantes, a los culteranos y a los aduladores. Simplemente no encajan.

3) No me acerco al féretro de alguien que haya fallecido. Prefiero conservar en la memoria el recuerdo de alguien cuando estaba vivo.

4) Me encanta escribir. Es parte de mi vida, siempre lo he hecho. En diferentes fases de la vida he escrito de todo.

5) Soy un cantante frustrado. Hace mucho tiempo cantaba en una pequeña banda y decían las malas lenguas que no lo hacía tan mal. Actualmente la voz se ha hecho gruesa de tanto cigarrillo y parece más bien de metalero.

6) Soy orgullosamente ecuatoriano. Bueno, eso todos lo sabrían por el título del blog, pero lo que no saben es que hace muchos años rechacé una propuesta de trabajo en el extranjero por el privilegio de poder permanecer en suelo patrio.

7) Mi música es el rock. Siempre lo he escuchado; en sus diferentes versiones, de prácticamente todas las décadas de producción de música rockera. A mi humilde entender el rock es la perfección musical sólo superada por las obras de los grandes maestros como Beethoven, Bach, Vivaldi, Chopin y el que más me gusta a mi: Mozart.

8) Leo mucho y todos los días. En especial las obras de la literatura clásica y de algunos autores algo más contemporáneos como Camus, Sartre, Borges, Córtazar, Morris West, Kipling, Sinclair Lewis y también algo de Kafka, Pushkin, Shakespeare, Descartes, J. S. Mill, Rousseau, sin olvidar a Montalvo (el mejor escritor ecuatoriano de todos los tiempos), Icaza, Don Pedro Jorge Vera, Cárdenas, Palacios, Galarza, Carrera, Donoso, Pareja. Me fascina la literatura de terror, en especial la escrita por Lovecraft, Poe y por supuesto, el maestro Stephen King, de quien considero que "El Resplandor" y "La mitad oscura" son sus mejores obras. También he tenido mis épocas en que la Sci-Fi ha ocupado mucho de mi tiempo, en especial las obras de Clarke, Asimov, Bradbury, Orwell y por supuesto de Herbert George Wells y Verne. No soy fan de García Marquez, pero aprecio sus obras, y no acostumbro leer a Paulo Coelho, pero al que nunca, nunca leo es a Cuauhtemoc Sanchez. Olvidaba aclarar que no leo libros de superación personal, crecimiento, motivación o algo parecido, que no sean de Vera Pfeiffer, la autora del "Poder del pensamiento positivo".

Bueno, les paso la posta a los que creo que no les ha llegado el meme: Marcelo, Byrongio, Guillermex, MGAC, Berni, J Major, HDP y Natyco. De algunos de ellos, nos gustaría conocer mucho más. A los demás amigos, no los coloco, porque ó ya los han invitado ó simplemente ya no escriben. Aunque va también la invitación para quién se vea excluído por una omisión de mi parte. Y al que leyendo esto, guste de escribir algo de si mismo y tenga la bondad de avisarme en la caja de comentarios.

lunes, junio 25, 2007

El beneficio de la duda

La duda es un derecho de la mentalidad sana.  Es la potestad individual de cuestionar, de sospechar y de dar un espacio para presumir que lo que se nos dice, lo que llega a nuestros oidos u ojos puede no ser necesariamente la verdad.



En un espacio tan lleno de chismes y verdades a medias, podemos y debemos ejercer con total autoridad este derecho.



De lo contrario, vamos a ser engañados permanentemente y considerados una parte integral de la masa borreguil que sube y baja la cabeza siguiendo las órdenes de sus titiriteros, sin mayor capacidad de cambiar el estado de las cosas.



Eso nos les pasa a muchos ecuatorianos.  Han permitido por la inacción mental que se creen los grandes monstruos mediáticos que pretenden embucharnos sin ninguna pena cualquier porquería a través de los diarios y de la televisión, y, últimamente - por una enorme desgracia - a través de los medios de la supercarretera de la información.



Es tan absurdo que se dediquen varios Gigabytes de información a seguir los escándalos y caprichos de una niña millonaria que destaca no tanto por lo estúpida y engreída, sino más bien por el tener un equipo de mercadeo de imagen que sabe como explotar hasta el último resquicio mediático.  Asimismo, es de lo más incomprensible que se le de tanta atención a los mal llamados "realities", en donde se hace crecer el morbo colectivo de forma exponencial y se sepulta la creatividad trás las pantallas.



Por favor, compañeros, abran los ojos, vean, miran  interpreten.  La diversión no es lo mismo que la información.





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lunes, junio 04, 2007

La libertad de prensa exige cerrar los medios amarillistas

Señores, no tengo mucho tiempo en este momento, pero por favor quédense en sintonía, tengo una denuncia en contra de un medio de prensa amarillista, sensacionalista y embustero. Por favor, revisar AutenticoEcuatoriano.com para más detalles.

Actualización: Me encuentro en una ardua investigación para fundamentar los alegatos en contra de ese medio.

Kill'em all

No se que pensar.  Un colaborador ha sido asesinado cruelmente.  Muy joven, lleno de expectativas, con toda la vida por recorrer.  Y los asesinos?  No se sabe nada.  De algo estoy seguro, no habrá justicia.  ¿Hasta cuando, señores?  ¿Cuántas familias más veremos enlutar por culpa de estos bastardos sociales?  Quisiera pensar que en esta única ocasión estos infelices van a ser capturados y procesados, pero no es así, no será nunca así.  Propongo que propongamos (pleo-what?) a la futura Asamblea que se incluya la pena de muerte en el Código Penal.  Solo así vamos a terminar con esos bastardos inservibles y me disculpan los que no estén de acuerdo, pero la realidad es que no se puede mantener con vida a la gente que va sembrando muerte a su paso, y todo para obtener unos centavos que les permitan freírse los sesos con droga.

Los que estén de acuerdo conmigo, por favor, dejen sus comentarios.

jueves, mayo 31, 2007

A Dios rogando y con el mazo dando

Muchas veces en esta vida sentimos que las cosas no salen como queremos. A Dios rogando y con el mazo dando. A veces prefiero escribir algo corto, es preferible a surtir de palabras inútiles lo que se puede expresar en una corta frase.

martes, mayo 29, 2007

Juguemos en la bajura

Juguemos en la "bajura", para que la altura no afecte a esas pobres basuras que tanto le temen.  La altura es un mito, señores, el deportista que tiene condiciones físicas debe poder jugar en Katmandú o en Sierra Leona, en Uzbekistán como en el Sahara, en Camberra como Jakarta, en Quito como en Santiago.  Si vamos a jugar exclusivamente en condiciones climáticas favorables, entonces que por favor reversen la competición internacional en la que Jefferson Perez perdió merced al calor insoportable de Grecia.  Que no hagan juegos en Islandia, debido al clima extremo.  Que nunca se piense en Egipto, Irán, Pakistán o Usbekistán por su clima.  Y ni hablar de Mongolia o Nepal, no sea que la altura tibetana les vaya a afectar el cerebro. ¿Ya se los afectó? ¿No tienen?  Ni hablar.

Se priva al público capitalino de la oportunidad de ver a la selección.  De cierta manera, para los que vivimos en el llano costero, específicamente en Guayaquil, eso no es en su totalidad una mala noticia.   Con seguridad vamos a disfrutar del buen fútbol de la selección nacional, pero...  La realidad es que los 2000 y pico m.s.n.m. de Quito siempre han ayudado más para que el rival llegue asustado a jugar al Estadio Olímpico "Atahualpa" que para darnos una ventaja física real.  Sobre todo considerando que un porcentaje relativamente importante de los jugadores de la tricolor NO juega regularmente a las alturas consideradas por otros "una ventaja competitiva injusta".  Injustas, las pelotas del marrano.

Esperemos que la FIFA en el futuro no nos vaya a decir que jugar en Guayaquil también estará sancionado, porque no sería nada raro que ahora que vamos a poner a algunos equipos al calor de las brasas porteñas tomen poses margarinescas y vayan a llorarle a Blatter que en Ecuador y en un puñadito de países no los dejan ganar.  ¡Joder, tíos, joder!

lunes, mayo 28, 2007

Marea alta emocional

Es bueno de vez en cuando bajar el temperamento y permitir que a su vez se acrecente un poco el tono emocional positivo, para permitir que la cromatográfica de la vida pase de los grises rutinarios a los tornasoles que anuncian una explosión lumínica de alta intensidad: estoy feliz.

Es diferente ser feliz que estar feliz. Lo primero es menos transitivo que lo segundo, si acaso se le puede dotar de un grado. Estoy como esos barcos correctamente enfilados hiriendo con el mástil (o su equivalente prosapio y coloquial) la losa del firmamento. Tanto creo en mirar de frente, que no me importa la estela que dejo detrás.

Muchas vicisitudes encuentran los que caminamos con la espalda erguida y la mirada al infinito, los que soñamos con momentos mejores, con colectivos de prosperidad. Muchas son las horas que robamos al sueño, perdiéndonos en la sinuosidad desdibujada de nuestras reflexiones. ¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Porqué? y no menos: ¿quién?. Así son de amenos los momentos en que besamos con frialdad a nuestra musa: la soledad.

Pero hay segundos y hasta horas, en que la mente captura con la precisión de la cirugía un poco de ese maná sagrado que es nuestra recompensa y nuestro sentido en la vida y así experimentamos - aunque brevemente - el néctar dulce de la felicidad; esa especie de entrada al Nirvana, la liberación total de los sentidos permanentemente atrapados en el autoescrutino tan exhaustivo.

Estoy feliz, y eso me hace de un modo serlo. La marea amenaza con bajar y desplegar cuanto haya en el fondo, cuanto ojo humano haya podido avistar de la playa obscura y rocosa de mi ego. La marea baja, pero para la arena, queda el recuerdo salobre de su bendito paso.

lunes, mayo 21, 2007

Expresar libremente en Ecuador

La libertad de expresión ha sido un tema frecuentemente tocado en este blog.  Sale sobrando el decir que mi opinión al respecto es de total y profunda adhesión a ese derecho básico de cualquier régimen que siquiera desee parecer democrático.  Es un derecho esencial del ser humano, el poder hacer que las ideas generadas en su conciente puedan fluir - sin pausa, pero sin prisas - a los demás de su especie.

Pero.  Siempre existe un límite a la libertad, luego del cual se convierte - como se expresa con mayor claridad en un artículo del señor Acevedo retransmitido y comentado por HDP en La Hueca - en simple y plano libertinaje.

Deseo aclarar, antes de proseguir que no soy Correísta, ni mucho menos, pero tampoco tengo un vendaje en los ojos, ni muchos menos los dedos comprometidos, como para no expresar - haciendo uso de mi derecho - que el Presidente Correa estuvo mal en forma, pero no en fondo.

No era la manera correcta, el SPC Ec. Correa es el Presidente de los Ecuatorianos, gústele a quien le guste, y al que no, pues debe igualmente respetar la autoridad del mismo.  En su calidad de Presidente de la República, no puede rebajarse al nivel de un chiquillo de barrio, cometiendo la imprudencia de socavar su imagen en televisión.

El Presidente Correa debe tener siempre en mente que ya no es sólo el Economista Rafael Correa Delgado, para los medios MUNDIALES es el representante de los ecuatorianos.  Más allá de eso, el es el verdadero Primer Ciudadano del Ecuador, lo que él haga o deje de hacer siempre será noticia, y depende de su actitud y su comportamiento mediático el generar reacciones positivas de los medios.  El Ec. Correa debe tener en mente siempre que en el Ecuador - como en muchas partes de nuestro pequeño planeta - la opinión pública se ve afectada y hasta moldeada por los medios. 

Hasta allí, punto final a la crítica - somera, nada exhaustiva - al Presidente.  Por otro lado, en el fondo EL TIENE LA RAZON.  La libertad de expresión, siendo un derecho básico, tiene como límite el derecho de los demás.  Si bien es cierto, como indica Eduardo Varas, tenemos derecho a estar correctamente informados y la Prensa en general, tiene la obligación de proveer la información y de orientar al publico, la postura absurda, beligerante y deliberadamente estúpida del que hacía la pregunta al Presidente Correa en el ya famoso episodio del exabruptus presidentialis, es simplemente inadmisible a la luz de la razón.

Con todo el respeto de quien difiera, pero si un malcriado viene a una rueda de prensa y en una actitud hostil empieza a disparar preguntas que considero amañadas, de seguro (no quiero dar lecciones de diplomacia, sólo ilustrar una manera de afrontar la situación) no voy a botarlo de la sala, pero le voy a propinar una respuesta que lo deje fuera de base.  Y si ello no basta, le pediré en público que se controle y hasta - dada la posición - exigirle que se comporte a la altura que debe mantener y que ayude a que la rueda de prensa conserve el nivel adecuado.  Quizá hasta le daría una cita para que me pueda entrevistar abiertamente, en un diálogo franco de temática abierta y criticar cuanto desee, pero en otro espacio, en otro momento que sea más adecuado.

No sé si alguien de los que lee haya estado alguna vez rodeado de cámaras y micrófonos pidiéndole una declaración.  En todo caso, hace muchos años yo lo estuve.  No es agradable, pero en todo caso es necesario.  Y es verdad que en medio de tantas personas que procuran hacer su trabajo haya un par de maleducados que no guardan la mínima distancia y que preguntan estupideces alejadas del tema central.  En ese momento se llega a comprender el porqué es indispensable el mantener el nivel de la comunicación y no permitir que el interrogatorio al que te someten los medios se salga de cauce.

Si se analiza de manera somera se puede uno dar cuenta de que no es necesario ser un maleducado y/o altanero para obtener una respuesta a una pregunta.  Se puede ganar mucho más y se puede informar mejor si se guardan los cánones del respeto hacia la persona que se entrevista o de quién se quiere obtener una respuesta.  Eso por supuesto, bajo la premisa de que la actitud del que pretende obtener una noticia no sea previamente manipulada por los intereses contrarios al régimen - SEA EL QUE FUERE.

Nunca me han gustado los periodistas que se dicen apolíticos y completamente imparciales.  Es como pedir que a una fiera no le guste el sabor de la carne.  Todo el mundo tiene su filiación política, porque todos vemos la cosa pública desde un cristal u otro, empañado o prístino, suscrito a posiciones pre-existentes o dogmáticas, o simplemente combinando lo mejor - y hasta lo peor - de ciertas teorías políticas.  El hecho de ser periodista no excluye - ni debe ser requisito indispensable - al ser humano de alinearse con cierta tendencia, esté en el poder o no.

Pero, pero, pero.   Es muy diferente el responder al dictado político de la conciencia individual a cerrar los ojos y atacar inmisericordemente a un funcionario, político o personaje público en general por todo lo que haga o deje de hacer.  Lo que voy a expresar a continuación seguramente generará una polémica, pero es necesario: hasta de un régimen de extrema derecha o de extrema izquierda se puede extraer algo positivo de vez en cuando.

No se trata de que el periodismo se rebaje al nivel de las lisonjas con el Presidente de la República.  Nadie debe aspirar a semejante barbaridad.  Pero se puede - y se debe - ser crítico sin necesidad de faltar el respeto y perder la compostura.  También es obligatorio para el periodista el ser medianamente objetivo - respaldado, eso sí en las herramientas intuitivas que posea - y no permitir que sus lineamientos le impidan apreciar cuando algo es positivo y recalcarlo así, o al menos omitirlo, pero no tergiversarlo, por el amor de Dios.

Personalmente creo que la libertad de expresión funciona cuando el nivel de compromiso de los medios con los demás sectores - exceptuando al Estado Llano - es mínimo y no excluyente.  Quiero decir básicamente que es un absurdo esperar que los medios no respondan a otros intereses, porque si son privados, obviamente tienen propietario(s), y si son estatales responden a los intereses del régimen.  Esto es una verdad encajada en todos los sectores de espacio-tiempo de nuestra aldea global.  Más, al margen de los intereses a los que responden, el periodismo responsable, el que es verdaderamente profesional debe estar a la altura de enfrentar esos intereses cuando sea necesario y cuantas veces lo requiera.  Es preferible la censura interna antes de convertirse en el perrillo faldero de los amos del periódico o de la revista y repetir a ladridos cuantas amenazas y bombas de escándalo mediático quieran.

AQUI VA LA CUÑA COMERCIAL:  ¨Por eso es que la relevancia de los blogs en el Ecuador -y porque no, en el mundo- cada vez es mayor.  Sucede que al margen de unos cuantos blogs que son una derivación de los medios convencionales, la mayoría permite que los bloggers nos expresemos a libertad y sin compromisos previos.  Nadie me espera con un cheque al fin de mes por haber publicado un líbelo en torno a la figura del SPC.  Tampoco me va a llegar una regalía del Gobierno por haber publicado esta misiva que reconozco es un tanto apologética, otro tanto aclaratoria.  Lo hago porque es mi opinión, la cual estoy sustentando en argumentos (que supongo) racionales y que pueden ser rebatidos adecuadamente hasta el nivel de generar una discusión (ASI LO ESPERO) en donde unos suscriban la posición y otros no.  Hasta puede ser finalmente una gran polémica incendiaria (NO CREO QUE LLEGUE A ESE NIVEL) en donde se levanten los ánimos y empiecen a tensionarse las expresiones.  Lo importante es que puedo hacerlo y ustedes también.


El punto finalmente es:

1) Para el periodismo: podemos y hasta debemos expresarnos a libertad, generando la crítica oportuna e inteligente en torno a los personajes relevantes de nuestro presente, pasado y furuto, pero recordando siempre que no se puede lanzar una piedra y pretender que el derecho nos respalda en una acción teledirigida y mañosa, porque la razón no va a estar de nuestro lado.

2) Para el SPC Ec. Rafael Correa:  usted es el Presidente de los ecuatorianos, esperamos sinceramente que se comporte como tal las 24 horas del día.  Por favor, no más exabruptos, con todo respeto.

martes, mayo 08, 2007

El costo de la Guerra de Iraq: lo que se hubiera podido adquirir con $456 mil millones

Incluyendo el presupuesto de USD 124.2 mil millones, el costo total de la Guerra de Irak puede alcanzar los 456 mil millones de dólares en Septiembre, de acuerdo al Proyecto de Prioridades Nacionales de EEUU, una organización que sigue la pista del gasto público. El monto pone a pensar: ¿Cuánto se hubiera podido comprar con 456 mil millones? ¿Qué tal combustible gratuito para todos (los Estadounidenses) por un año? ¿Qué tal alimentar a los necesitados por los próximos cinco?

ver la entrada original en digg

ABC borra posts en los que se lo critica por borrar posts

ABC está actualmente removiendo cualquier post en el que se lo critica por censurar a otros. Esto está en un tablero de mensajes que tienen por su reciente artículo sobre Ron Paul, en el que denuncian que los resultados de los polls en línea son falsos. Hay que decirle a ABC que esta situación es insostenible.

Primero, Digg, ahora ABC, ya no se sabe cuando va a parar esto. Debe haber una manera de conciliar la DMCA, las leyes de copyright, la netiquette y la libertad de expresión en los medios online - incluyanse los blogs. No es posible que en un sitio simplemente se eliminen las opiniones en las que se los critican. Claro está la libertad es un derecho y como tal está limitado por el derecho de los demás, pero no es siquiera admisible que se elimine una entrada por criticar precisamente el borrado de posts! Se nota que en EEUU la democracia está trabajando sólo para acrecentar el poder de ciertos grupos.

Entrada original


ABC is right now actively removing any posts criticizing them for censoring others. This is on the message board they have for their recent article on Ron Paul claiming that the online polls supporting him are all fake. I'm sure that my most recent post again criticizing them for what they are doing will be deleted soon. Tell ABC this won't stand!

domingo, mayo 06, 2007

Blog&Beers no planificado

El día de ayer tuve el placer de poder asistir al Tributo a Metallica, en el Samoa Bar, punto de encuentro de los amantes del rock de todos los tiempos. El grupo que tocaba esta vez fue Oasis, integrado por cuatro músicos guayaquileños muy talentosos - dos guitarras, un baterista y el vocalista.

El concierto estuvo bastante bueno, aunque el local resultó demasiado pequeño para el verdadero pueblo que se congregó en torno al evento. Samoa por primera vez no estaba lleno a topes, en realidad estaba repleto. No es para menos, después de todo en Guayaquil - contrario a la creencia popular - hay miles de fanáticos del metal.

El sonido si dejó mucho que desear, sobre todo en cuanto a la resonancia de los efectos y de la guitarra, incluso en un momento la difusión sonora de la vocalización era mínima y de no haber sido por la ayuda del público seguramente hubiera deslucido bastante.

Pero, en todo caso, se disfrutó y mucho. Whiskey in the jar salió fantástico, lo mismo Master of Puppets (dicho sea de paso, mi canción favorita), The Unforgiven, Enter Sandman and Nothing Else Matters, entre otras del repertorio. Me quedaron debiendo Blackened, pero según indicaba el guitarrista no era culpa de ellos, la lista de canciones se las pasaron los organizadores. Samoa, para la próxima no olviden incluir esa canción, por favor.

Pero, lo que en realidad quería contarles es que - como dice el Chavo - "sin querer queriendo" se hizo realidad un Blog&Beers&Rock. Lo llamaría el Blog&Beers de la promoción 2006. María Candela, Guillermex, Wildchild, Sick-boy, Nestade, Nirvana 83, Darío de Oz y su servidor asistieron al evento. La pasamos ultra bacán, hasta que nos botaron.

Si. Leyeron bien, nos botaron y no precisamente los dueños del bar. Entraron unos chapitas con la verdadera CARA DE PACO y nos botaron tan temprano como a las 4h15. No se puede con estos señores, carambas.

Esperaremos todos hasta el próximo evento, ese que les estoy debiendo y que a medida que recupero mi salud está más cerca.

P.D.: Solo faltó una señorita que hizo bomba para que todos vayan.

viernes, mayo 04, 2007

La distribución normal de la sociedad

Hace unos días leía en sopuntocom un artículo de Tijerón en el cual criticaba con exactitud de cirujano - como es su estilo - a los grupos provida que intentan detener la legalización del aborto.  Puse mi comentario al respecto, creo que un poco más movido por la necesidad relativa de expresarme en contra de la hipocresía de la derecha cristiana detrás de un sinnúmero de agrupaciones provida.  (Aclaro, que ya antes he manifestado mi opinión al respecto, sigo pensando igual, lo que voy a tratar es un poco diferente).

Luego, volví a revisar el comentario y me di cuenta de algo de lo que no había caído en la cuenta previamente, había lanzado una conjetura al aire sin ningún cuidado.  Se trata básicamente del tema de una probable hipótesis particular de la distribución normal - emulando una curva gaussiana -  de los patrones de comportamiento individuales medidos en un conjunto social delimitado.

No soy ni siquiera un amateur en sicología, ni siquiera en sociología, por ello seguramente corro el riesgo de caer en una ficción hueca sin asidero, ó en el infame empirismo inaceptable en estas épocas, pero de cualquier forma quisiera compartirlo con ustedes.

Creo que los comportamientos extremos individuales - dígase de asesinos en serie ó su polo opuesto -, cambiando en gradientes variables son estadísticamente reconocibles, siempre desde una posición puramente probabilística.  En otros términos, que podría predecirse con cierto nivel de exactitud cuantos asesinos maniáticos tiene una sociedad.  También podría determinarse cuantos "ángeles" comparten el espacio social con nosotros.

No se si ello fuere posible, pero si lo es, ojalá algún día sepamos no sólo cuantos hay, sino también que signo puede delatarlos, para ayudar a identificar a tiempo los individuos potencialmente perniciosos de la sociedad y detenerlos (ayudarlos) cuando aún es tiempo.

jueves, mayo 03, 2007

Mission Impossible: PROPUESTA DE ADHESIÓN PARA BLOGGERS Y WEBMASTERS: PRESENTACIÓN DE UNA MOCIÓN FORMAL ANTE LOS RESPONSABLES DE " MENÉAME ". HISTORIA

http://www.autenticoecuatoriano.com/archives/mafias-en-las-redes-sociales

Algo de los viejos tiempos

Algunas personas me han preguntado por el MSN, que es lo que me ha pasado. Antes en este blog se mantenía una audiencia (o su equivalente) casi permanente, el estilo del blog era fuerte, audaz y muy mordaz en las críticas y comentarios.

Supongo que todos evolucionamos. Yo también y aunque empecé el blog como un espacio para compartir ideas y de vez en cuando escribir un par de jodiendas, parece ser que el ánimo de hacer crítica en este espacio, poco a poco fue cediendo lugar a otros espacios, y dejando este cuarto algo vacío y un poco serenado. Es como cambiarse a una casa más grande, pero dejando este lugar más viejo, pero más acogedor para el estudio, la contemplación y la reflexión.

Así es que señores, pronto verán de nuevo algo de los antiguos posts que hicieron historia en este lugar. Pero, cada vez con más frecuencia los van a encontrar en ese otro lugar al que ahora dedico algo más de tiempo. Por aquí van a encontrar cada vez con más frecuencia mis reflexiones, mis vivencias y a veces hasta las ideas más orates que se puedan concebir.

Aquí, señores, señoras y señoritas, planeo pasear desnudo como si fuera mi sala y estuviera solo. No esperen encontrar nada más que a mi yo desnudo. Para lo demás, http://www.autenticoecuatoriano.com está allí esperándolos. Por favor, no olviden actualizar los enlaces (o incluir uno nuevo, si lo prefieren) a esa nueva dirección.

Saludos,

Santhros ibn Shinu

Se requiere: constructor de falacias calificado

Empresa fabricante de sueños con especialidad en reciclaje de miserias requiere:

- Constructor de falacias a tiempo completo para encargarse de la Gerencia de Sueños Imperecederos.  El aspirante deberá enviar su Hoja de Vida (o en su defecto, su Hoja de Existencia) por el inodoro con la siguiente dirección del remitente: Calle La Bajada del Biorritmo, 666 y Avenida de las Decepciones, Ciudad de las luces apagadas, País del Nunca Jamás.  El aspirante debe reunir como mínimo los siguientes requisitos:

* Ser totalmente reactivo, la proactividad no es atesorada en nuestra organización.
* Trabajar cuando le venga en gana, la menor cantidad de horas posibles.  Nuestros funcionarios no deben laborar en exceso, de cualquier manera, no se les va a pagar puntualmente.
* Conocer un poco de todo y de todo, nada.  No buscamos gente muy especializada, ya sobran en el mercado laboral.
* Ser un chupamedias con alto grado de reconocimiento internacional, preferiblemente certificado por la International Board of AssKissers.
* Destacar por su bajo perfil, incapacidad de laborar en grupos, pendencieridad*, reducido coeficiente intelectual y por sobre todo con pésimas referencias laborales.  El haber sido despedido de uno o más empleos es una condición deseable, pero no es indispensable.

La remuneración -en caso de que hubiera alguna- va a ir en proporción inversa a sus capacidades.

Por favor, incluir en sus hojas de vida el siguiente encabezado: INTERESADO EN INGRESAR A PACIFICTEL, IESS O PETROCUADOR.

La eternidad

La eternidad es una palabra muy larga.  Es paradójica.  Es contradictoria.  Si algo ha de ser eterno, debería por fuerza tracender el sentido del tiempo y de por sí ello involucra una idea por demás extraña.  Si va más allá del tiempo, o existe antes del tiempo, o existió siempre a pesar de él.

En otras palabras, no se puede medir o determinar si algo (o alguien) es eterno, porque lo compararíamos con nuestro patrón subliminado del tiempo, con nuestra propia percepción confusa resultado de nuestras impresiones sensoriales y no podríamos jamás asegurar que algo tiene esa cualidad.

Reflexionando desde el amplio óceano.  Saudes.

miércoles, mayo 02, 2007

Siguiendo la intuición

Si te has preguntado porqué a veces parece que hemos cometido un error de la manera más involuntaria y pasado un tiempo revisas de forma introspectiva la secuencia de sucesos que se desataron, sólo para comprobar que ese pequeño error de tu pasado en realidad era necesario cometerlo, entonces no eres el único.

En más de una ocasión en la vida, he tomado una que otra decisión que he lamentado formidablemente en el mismo instante en que actué conforme a lo decidido.  Pero, al parecer, al final la ruta de destino de la vida me ha llevado a la conclusión nada equívoca de que no había bajo el contexto del pasado otra solución más valedera y duradera que la tomada.

Me pasó con la carrera a estudiar.  Me sucedió nuevamente con una ex- de mi viejo pasado.  Y así ha sucedido en múltiples ocasiones en las que he sentido que literalmente he hecho la "cagada", pero que por razones incomprensibles a mi intelecto inmediato ha forjado mi futuro de la manera en la que lo percibo actualmente.

Creo - casi sin temor y con poco espacio para la duda - que se trata del mecanismo intuitivo del ser humano.  Ese, precisamente ese que está tan desarrollado en las mujeres y que en los hombres actúa de forma un tanto más velada.  La intuición que nos permite ver "más allá de lo evidente".  A cada capítulo de nuestra vida, tomamos muchas de nuestras decisiones basados básicamente en la intuición.  En ocasiones, claro está una mezcla de influjo a medias del ego y el resto pura racionalidad, impedimos que esa "corazonada" sea la que nos permita discernir sobre que vía tomamos cuando topamos con un crossroad.

Debo suponer, asimismo que si bien es cierto el destino de cada ser humano se decide 50% por sus acciones deliberadas o inintencionales y la otra mitad por la acción conjunta del organismo social del que forma parte; tampoco se podría decir que todas las decisiones intuitivas producen  buenos resultados a corto o mediano plazo.

"Lo sospeché desde un principio"