lunes, mayo 21, 2007

Expresar libremente en Ecuador

La libertad de expresión ha sido un tema frecuentemente tocado en este blog.  Sale sobrando el decir que mi opinión al respecto es de total y profunda adhesión a ese derecho básico de cualquier régimen que siquiera desee parecer democrático.  Es un derecho esencial del ser humano, el poder hacer que las ideas generadas en su conciente puedan fluir - sin pausa, pero sin prisas - a los demás de su especie.

Pero.  Siempre existe un límite a la libertad, luego del cual se convierte - como se expresa con mayor claridad en un artículo del señor Acevedo retransmitido y comentado por HDP en La Hueca - en simple y plano libertinaje.

Deseo aclarar, antes de proseguir que no soy Correísta, ni mucho menos, pero tampoco tengo un vendaje en los ojos, ni muchos menos los dedos comprometidos, como para no expresar - haciendo uso de mi derecho - que el Presidente Correa estuvo mal en forma, pero no en fondo.

No era la manera correcta, el SPC Ec. Correa es el Presidente de los Ecuatorianos, gústele a quien le guste, y al que no, pues debe igualmente respetar la autoridad del mismo.  En su calidad de Presidente de la República, no puede rebajarse al nivel de un chiquillo de barrio, cometiendo la imprudencia de socavar su imagen en televisión.

El Presidente Correa debe tener siempre en mente que ya no es sólo el Economista Rafael Correa Delgado, para los medios MUNDIALES es el representante de los ecuatorianos.  Más allá de eso, el es el verdadero Primer Ciudadano del Ecuador, lo que él haga o deje de hacer siempre será noticia, y depende de su actitud y su comportamiento mediático el generar reacciones positivas de los medios.  El Ec. Correa debe tener en mente siempre que en el Ecuador - como en muchas partes de nuestro pequeño planeta - la opinión pública se ve afectada y hasta moldeada por los medios. 

Hasta allí, punto final a la crítica - somera, nada exhaustiva - al Presidente.  Por otro lado, en el fondo EL TIENE LA RAZON.  La libertad de expresión, siendo un derecho básico, tiene como límite el derecho de los demás.  Si bien es cierto, como indica Eduardo Varas, tenemos derecho a estar correctamente informados y la Prensa en general, tiene la obligación de proveer la información y de orientar al publico, la postura absurda, beligerante y deliberadamente estúpida del que hacía la pregunta al Presidente Correa en el ya famoso episodio del exabruptus presidentialis, es simplemente inadmisible a la luz de la razón.

Con todo el respeto de quien difiera, pero si un malcriado viene a una rueda de prensa y en una actitud hostil empieza a disparar preguntas que considero amañadas, de seguro (no quiero dar lecciones de diplomacia, sólo ilustrar una manera de afrontar la situación) no voy a botarlo de la sala, pero le voy a propinar una respuesta que lo deje fuera de base.  Y si ello no basta, le pediré en público que se controle y hasta - dada la posición - exigirle que se comporte a la altura que debe mantener y que ayude a que la rueda de prensa conserve el nivel adecuado.  Quizá hasta le daría una cita para que me pueda entrevistar abiertamente, en un diálogo franco de temática abierta y criticar cuanto desee, pero en otro espacio, en otro momento que sea más adecuado.

No sé si alguien de los que lee haya estado alguna vez rodeado de cámaras y micrófonos pidiéndole una declaración.  En todo caso, hace muchos años yo lo estuve.  No es agradable, pero en todo caso es necesario.  Y es verdad que en medio de tantas personas que procuran hacer su trabajo haya un par de maleducados que no guardan la mínima distancia y que preguntan estupideces alejadas del tema central.  En ese momento se llega a comprender el porqué es indispensable el mantener el nivel de la comunicación y no permitir que el interrogatorio al que te someten los medios se salga de cauce.

Si se analiza de manera somera se puede uno dar cuenta de que no es necesario ser un maleducado y/o altanero para obtener una respuesta a una pregunta.  Se puede ganar mucho más y se puede informar mejor si se guardan los cánones del respeto hacia la persona que se entrevista o de quién se quiere obtener una respuesta.  Eso por supuesto, bajo la premisa de que la actitud del que pretende obtener una noticia no sea previamente manipulada por los intereses contrarios al régimen - SEA EL QUE FUERE.

Nunca me han gustado los periodistas que se dicen apolíticos y completamente imparciales.  Es como pedir que a una fiera no le guste el sabor de la carne.  Todo el mundo tiene su filiación política, porque todos vemos la cosa pública desde un cristal u otro, empañado o prístino, suscrito a posiciones pre-existentes o dogmáticas, o simplemente combinando lo mejor - y hasta lo peor - de ciertas teorías políticas.  El hecho de ser periodista no excluye - ni debe ser requisito indispensable - al ser humano de alinearse con cierta tendencia, esté en el poder o no.

Pero, pero, pero.   Es muy diferente el responder al dictado político de la conciencia individual a cerrar los ojos y atacar inmisericordemente a un funcionario, político o personaje público en general por todo lo que haga o deje de hacer.  Lo que voy a expresar a continuación seguramente generará una polémica, pero es necesario: hasta de un régimen de extrema derecha o de extrema izquierda se puede extraer algo positivo de vez en cuando.

No se trata de que el periodismo se rebaje al nivel de las lisonjas con el Presidente de la República.  Nadie debe aspirar a semejante barbaridad.  Pero se puede - y se debe - ser crítico sin necesidad de faltar el respeto y perder la compostura.  También es obligatorio para el periodista el ser medianamente objetivo - respaldado, eso sí en las herramientas intuitivas que posea - y no permitir que sus lineamientos le impidan apreciar cuando algo es positivo y recalcarlo así, o al menos omitirlo, pero no tergiversarlo, por el amor de Dios.

Personalmente creo que la libertad de expresión funciona cuando el nivel de compromiso de los medios con los demás sectores - exceptuando al Estado Llano - es mínimo y no excluyente.  Quiero decir básicamente que es un absurdo esperar que los medios no respondan a otros intereses, porque si son privados, obviamente tienen propietario(s), y si son estatales responden a los intereses del régimen.  Esto es una verdad encajada en todos los sectores de espacio-tiempo de nuestra aldea global.  Más, al margen de los intereses a los que responden, el periodismo responsable, el que es verdaderamente profesional debe estar a la altura de enfrentar esos intereses cuando sea necesario y cuantas veces lo requiera.  Es preferible la censura interna antes de convertirse en el perrillo faldero de los amos del periódico o de la revista y repetir a ladridos cuantas amenazas y bombas de escándalo mediático quieran.

AQUI VA LA CUÑA COMERCIAL:  ¨Por eso es que la relevancia de los blogs en el Ecuador -y porque no, en el mundo- cada vez es mayor.  Sucede que al margen de unos cuantos blogs que son una derivación de los medios convencionales, la mayoría permite que los bloggers nos expresemos a libertad y sin compromisos previos.  Nadie me espera con un cheque al fin de mes por haber publicado un líbelo en torno a la figura del SPC.  Tampoco me va a llegar una regalía del Gobierno por haber publicado esta misiva que reconozco es un tanto apologética, otro tanto aclaratoria.  Lo hago porque es mi opinión, la cual estoy sustentando en argumentos (que supongo) racionales y que pueden ser rebatidos adecuadamente hasta el nivel de generar una discusión (ASI LO ESPERO) en donde unos suscriban la posición y otros no.  Hasta puede ser finalmente una gran polémica incendiaria (NO CREO QUE LLEGUE A ESE NIVEL) en donde se levanten los ánimos y empiecen a tensionarse las expresiones.  Lo importante es que puedo hacerlo y ustedes también.


El punto finalmente es:

1) Para el periodismo: podemos y hasta debemos expresarnos a libertad, generando la crítica oportuna e inteligente en torno a los personajes relevantes de nuestro presente, pasado y furuto, pero recordando siempre que no se puede lanzar una piedra y pretender que el derecho nos respalda en una acción teledirigida y mañosa, porque la razón no va a estar de nuestro lado.

2) Para el SPC Ec. Rafael Correa:  usted es el Presidente de los ecuatorianos, esperamos sinceramente que se comporte como tal las 24 horas del día.  Por favor, no más exabruptos, con todo respeto.

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