lunes, abril 03, 2017

La Venezuelización del Ecuador en manos del Correismo

Hasta que al fin sucedió. Temíamos tanto que llegara el 2 de abril, y enfrentar una realidad temible: vamos en camino lento e inoxerable a la Venezuela chavista.

He odiado siempre la comparación, he refrenado mi lengua y mis dedos para evitar expresarme en este sentido. Pero ahora... simplemente es inevitable.

Amigos: esto ha sido un proceso lento e implacable. Empezó con la violación flagrante de la democracia al disolver el Congreso Nacional, hecho que hace 10 años denunciamos en este humilde blog. No era bueno, no era deseable, no era conveniente.

Los vientos de muerte partidocrática auguraban el advenimiento del partido unico, el que concentrara todos los poderes del Estado, pero para la gente común, exacerbada de revanchismo y fiebre política fue no solo necesario y deseable, fue INDISPENSABLE.

Vinieron los años dorados de la Revolución. Esos años que nos hicieron pensar en un futuro brillante. Inversión en infraestructura vial, educación, salud. Y a la par veíamos con cierto nivel de desagrado como se iban orquestando injusticias y malos tratos para con los que disentían. Se los etiquetaba de enemigos de la Patria, empleados de la oligarquía, adalides de la vieja partidocracia. La famosa larga noche neoliberal iba dando paso a un nuevo albor: el sol radiante de la Revolución de Siglo XXI.

De nada sirvió que los que podíamos ver lo que iba a suceder denunciaramos que era impractico, improbable, nocivo. De nada sirvió que se denunciaran sobreprecios, coimas y corrupción. La mayoría de la población se daba por bien servida con las obras.

Empezó el discurso de división y odio. Los ricos debían comer mierda, los pobres debían comer pan. Pero debían quitárselo a los ricos, no necesariamente el trabajar para conseguirlo. Se perennizó el estigma del pudiente, todos los que habían hecho dinero lo habían obtenido por la expoliación del pobre. Se acostumbró a la mayoría más pobre a idealizar la Revolución, y condenar la riqueza.

Llegó la crisis del petróleo. Bajaron los precios, bajaron los ingresos al Presupuesto. Y es cuando termina la abundancia cuando te das cuenta del derroche. Se habían feriado los recursos del país, con buenas o malas intenciones, con derecho o sin el, la realidad era que de todas esas maravillas que se empezaron, muchas son ahora elefantes blancos. En otros casos, el costo es tan ridículamente elevado que parece mentira que se haya gastado así el dinero de todos.

Ahora que enfrentamos la crisis política más intensa de la historia reciente, con un Moreno que gana por "poquito" a Guillermo Lasso, con un vicepresidente cuestionado en los peores escándalos de corrupción de la historia de Ecuador, vemos un patrón muy definido.

Si, mis estimados. Lo que se viene no necesita de dotes de clarividente. Hay promesas que no se cumplirán, y la cobardía política que les impide tomar medidas de ajuste para salvar los muebles, nos arrastra inexorablemente al punto de no retorno.

Se va a culpar al rico de lo que le pase al pobre. Si algo es común en todos los procesos SEUDO REVOLUCIONARIOS es que la culpa siempre es de la vaca, pero no se asume la responsabilidad por la mala conducción estatal.

La culpa va a ser del productor ganadero cuando ya nadie quiera producir leche en Ecuador. Porque no tienes dinero para invertir, porque no obtienes crédito bancario, porque el riesgo del negocio es elevado. La solución revolucionaria será declarar de interés social la hacienda y EXPROPIAR. Así se matan dos pájaros de un tiro: se gana espacio político para meter 100 clientes revolucionarios a administrar una hacienda que venía trabajando con 10 empleados. Y de paso, se alimenta el revanchismo del pobre que en su ignorancia cree que esta bien quitarle la hacienda a ese "explotador", al que oprime con salarios de miseria a esos 10 empleados. De nada servirá que algunos alcemos nuestra voz de protesta, de nada servirá el Derecho a la Propiedad. Muchos aplaudirán a la saciedad la medida. Hasta que empiecen a hacer cola para obtener un litro de leche.

Después vendran los cupos de importación. Con la excusa de proteger al "productor nacional" (a su grupo de compinches, a sus compadres, a esa hacienda ganadera mal administrada con exceso de personal y que genera perdidas) se va a impedir la sana libre competencia. Así también detienen la salida de circulante.

Si el petróleo no vuelve a subir de precio, también vendrán nuevas maneras de colocar impuestos. Claro, siempre van a asfixiar "al que más tiene". Poco a poco, los que tienen posibilidades irán migrando del país y buscando negocios y trabajo en otras latitudes. Esa fuga de capitales y talento, solo sirve para agudizar la crisis. Pero la culpa seguirá siendo de los malos patriotas que ponen su dinero en paraísos fiscales.

Y en ese panorama desolador, la única forma de controlar la protesta social será criminalizarla al máximo. No solo habrá que pedir permiso para una marcha, sino que toda protesta vendrá acompañada de una contraprotesta oficial financiada con NUESTRO DINERO. Para esa época ya habrán mercenarios entrenados en infiltrarse, dedicados al garroteo, a romper las filas, a desatar violencia con provocaciones. Se perseguirá duramente a los que organicen las marchas, se les hará muerte civil, linchamiento mediático a través de los canales incautados y periódicos oficialistas.

Recién allí vendrá lo peor. La Asamblea convertida en títere del Ejecutivo, así como el Poder Judicial y Electoral irá cerrando el cerco. Calificar para candidato a Presidente va a ser algo casi imposible. Se exigirá de todo, orientado a desaparecer políticamente a los cuadros de oposición. Ya no van a esperar a que lleguen las elecciones para destruir la imagen de los líderes de oposición, recuerden esto: la persecución va a ser intensa, y van a explotar sus ventajas en la Administración de Justicia. La idea es provocar la salida de escena de cuanto personaje público pueda llegar a captar algo de atención. Y se va a perpetuar el status quo, el enemigo seguirá siendo Nebot, Lasso el candidato bachiller, Noboa el payaso usado como comodín.

Y cuando los ciudadanos de a pie por fin decidamos hacer algo, cuando tu vecino, tu tío, tu hermano, tu sobrino, tus HIJOS no encuentren empleo, no sepan que hacer, entonces ahí es cuando se va a sentir el azote real. No van a dudar en aplicar violencia, en perseguir al que ose denunciar hechos palpables. La policía - maniatada y coartada, y comprada con alzas de salarios - se convertirá en el mejor cuerpo mercenario, persiguiendo, implantando evidencias falsas. Con los jueces y fiscales de su lado, no tendrán nada que temer los revolucionarios.

Ahora hablan de control en las redes sociales. Ya a muchos les han hecho cerrar las cuentas de Facebook, Instagram y Twitter. El último lugar, el rincón desde el cual podíamos decir algo sin temor a la censura oficial, también irá desapareciendo lentamente.

Eso es lo que la mayoría ha elegido. Qué lástima que en unos años les tenga que repetir: SE LOS DIJE.

Avanzamos Patria pero al abismo fascista.


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