sábado, febrero 14, 2015

No es por negro, ni por pobre




Es una broma de mal gusto, podría decir. Un juego de palabras, en el que se implica de forma peyorativa que merced al dinero, a nadie le importa que una persona que ni siquiera sabe leer un discurso de forma adecuada pueda ocupar una plaza de legislador.

Pero, de allí a hablar de racismo... Ja, ja, ja, ja, ja. ¿Qué querían? ¿Acaso tenía el comediante la obligación de usar Photoshop para retratarlo caucásico. ¿Dónde está la implicación racial en la que e basa la sanción impuesta por la SUPERCOM. SUPERCOM que sospecho se trata del acrónimo de SUPERmercado de COMediantes. Porque provocan hilaridad este tipo de decisiones.

¡Vamos, Agustín! ¿Te has sentido ofendido porque publican tus fotos, porque han puesto de relieve tu imposibilidad de leer cuatro líneas seguidas o porque Bonilla implica que no mereces ganar tanto dinero?

Yo también estoy ofendido. No por la caricatura que considero inofensiva. Tampoco por la decisión de la SUPERCOM, porque no me afecta personalmente. ME SIENTO BURLADO por aquel o aquellos que decidieron colocar de candidato a una persona solo por su nivel de popularidad.

Me siento terriblemente ofendido y creo que el Sr. Delgado es una PERSONA NO APTA para ejercer el cargo de legislador. Pudo ser un brillante deportista, pero es más que obvio que esto de legislar no se le da.

¿Cómo puede contribuir en la discusión enriquecedora de un proyecto de Ley? Si apenas podría leer de forma comprensiva los títulos de los proyectos. Eso creo, por supuesto, con base en lo que todo el país penosamente observó.

¿Cómo puede REDACTAR un proyecto de Ley, una Resolución, una simple enmienda?

Me siento ofendido. Y como ciudadano de mi país reclamo mi derecho a pedir que se coloque en la posición de Legislador a alguien con la capacidad mínima para hacerlo. No me importa su raza, ni su estatura, ni el dinero que tenga en su cuentas, tampoco si es famoso.

Quiero a alguien que pueda hacer la diferencia, a una persona íntegra, con un pasado honroso, con la capacidad para poder proponer. O al menos leer de forma adecuada un discurso.

No hay comentarios.: