jueves, marzo 30, 2017

Polarización de la Opinión Pública Ecuatoriana y Crisis de Liderazgo

Ecuador nunca ha sido un país de violencia, ni de extremismos en ningún tema, bajo la salvedad de aquella época de antaño en que la Iglesia era el Estado y el Estado era la Iglesia, y ni tanto así. Pero ya tenemos en la historia una guerra civil corta, que se produjo cuando las fuerzas se polarizaron.

Hoy escribía en el Facebook acerca de como un sector mayoritario de la población ha caído viralmente en la premisa falsa de la polarización de poderes: estás a favor o estás en contra. No podría estar más en desacuerdo con esa afirmación, pero analicemos un poco los factores.

¿Correista o Anti-Correísta?

Cuando se habla de la cosa pública en cualquier calle de Ecuador, salta de inmediato la pregunta del millón: ¿Eres Correísta? Muchos dirán que sí, muchos dirán que son anti-correístas, y que Correa les cae ... Bieber. Pero si te atreves a afirmar que no eres ni lo uno, ni lo otro: prepárate.

Para un sector creciente de la población, tienes que tomar partido a favor o en contra. Está prohibido ser ecléctico, es un pecado casi tan inmundo como el que se cometió en el Jardín del Edén.

Los Epítetos del Saber Popular

Como decían los viejos que tanto conocían: "Palabras no rompen pellejo". Sin embargo, sí que dañan la honra de las personas cuando se utilizan para injuriar y - peor aún - calumniar basándose en falsas premisas y juicios de valor.

"Es que tú trabajas para el Gobierno, por eso defiendes a tu papaíto Correa, porque te da de tragar".
"Eres borrego de Correa, que no puedes ver el mal que le hace al país".
"Claro, como eres parte de la Robolución Ciudadana... y vives en Samborondón, tú no tienes que subirte a un bus para que te asalten".
"¡Correa es el diablo en persona!".
"¡Maldito dictador, se va a llevar el Ecuador en peso!".

Eso entre muchas otras frases, en las cuales se ataca sin misericordia a los que se manifiesten a favor del régimen, ya sean o no "Correístas".

Pero para los que están del lado de la oposición, ya sea de forma puntual o abiertamente en contra, también hay una lluvia de sarcasmo y maledicencia. Veamos algo del material clásico.

"¿Osea que tú prefieres que esté Lucio o el Loco de Presidente?".
"¡No ves la obra que ha hecho el Presidente?".

Y mi favorita: "Claro, como tú eres pelucón, no te interesa que el pueblo salga adelante".

¿Y quién es Rafael Correa?

Rafael Correa Delgado es un ciudadano del Ecuador, uno que como nosotros no es más, ni menos ser humano que cualquiera. Es hijo, esposo, padre, hermano, amigo y probablemente también enemigo de uno que otro, pero también come, orina, defeca, trabaja y duerme, como todos nosotros.

Lo que lo hace destacable es que ocupa las funciones de Jefe de Estado de nuestro país, por decisión (cuestionable o no) de la mayoría de los ecuatorianos. Es decir, es el Presidente de la República POR MANDATO DEL PUEBLO, bajo un régimen de democracia.

¿Qué poderes y privilegios, así como que responsabilidades involucra el mandato?

Por supuesto, aquellos que le OBLIGA y CONFIERE la Constitución.  Y en este punto, probablemente las personas se preguntarán a donde quiero llegar, y lo hacen en justo derecho, es solo que lo EVIDENTE nunca resalta a la luz de la razón.

Pongamos el tema bajo la perspectiva de la analogía clásica: la empresa. Si el Ecuador fuese una Cooperativa de Ahorro y Crédito, el Sr. GERENTE sería electo en la Asamblea de Socios, junto con las dignidades principales, y el a su vez tendría que elegir a sus colaboradores para CUMPLIR sus responsabilidades, aquellas que estarían consignadas en el Estatuto de la Cooperativa.

En ningún momento, el Gerente General es el JEFE de los socios; por el contrario, es un EMPLEADO de los socios que debe cumplir con el MANDATO de los socios mientras dure su PERIODO como Gerente. Si reemplazamos a los socios por los ciudadanos, a la Cooperativa por el Ecuador, al Gerente por el Presidente de la República y a los funcionarios públicos por los colaboradores del Gerente, tendremos clarísimo el punto.

No somos MANDADOS, sino MANDANTES del Señor Presidente

Lo cual es algo que perdemos siempre de vista. No es que tú, Don Juan García, eres el Jefe directo del Presidente de la República, porque no le das ninguna orden directa, sino que en conjunto es a toda la sociedad ecuatoriana a la que responde el Presidente y sus acciones.

Pero, también como en el caso de la Cooperativa, elegimos al Presidente para que HAGA LO NECESARIO para asegurar que el país avance y se desarrolle, y supere los problemas que nos aquejan. Y lo necesario para que el país avance tiene que ver con las facilidades que el Estado presente para que NOSOTROS-TODOS podamos sacarlo adelante. El Presidente es el LIDER del equipo que conformamos todos.

Liderazgo y Caudillismo

Es justamente en el aspecto de LIDERAZGO donde nos caemos de espalda. El Presidente debe ser un líder, y un líder es el llamado a MARCAR EL CAMINO por donde TODOS vamos a cruzar. Es por eso que siempre digo que soy mi propio líder, porque no siento que el Ec. Rafael Correa sea un líder completo, aunque considero que tiene las capacidades de tal, y que en ocasiones lo ha demostrado.

Nuestra sociedad está acostumbrada a buscar CAUDILLOS, y Rafael Correa - aunque luchando contra ello - no ha podido evitar caer bajo esa perspectiva. La diferencia entre el líder y el caudillo es que el primero hace lo necesario aunque ello conlleve el malestar de los ciudadanos, y el segundo en cambio actúa en función de lo que a la MAYORIA DE LOS ELECTORES le pueda resultar agradable, si bien no BENEFICIOSO.

Para la muestra basta un botón. El bono de la pobreza o solidaridad, el cual debería llamarse el BONO DE LA ALCAHUETERIA, es un gasto terrible que pagamos quienes TRABAJAMOS y por ende CANCELAMOS IMPUESTOS. El bono de la solidaridad es el ejemplo más palpable de una medida parche que yo haya podido ver en mi vida. No soluciona los problemas de las familias de escasos recursos, no aporta al Desarrollo del país, y en general, no es más que una medida para caer simpático que cualquier Presidente con verdadera decisión, hace mucho que hubiese eliminado y reemplazado por otro tipo de ayuda más efectiva.

¿Y la obra realizada?

Sin ninguna duda, hay muchos avances en varios campos, y negarse a aceptarlos no significa que no existan. El ordenamiento en materia fiscal, la implantación de una red vial moderna, la ampliación de un sistema de salud crecientemente moderno, la reforma profunda a nivel de Educación y el carácter incluyente de la Constitución y las Leyes, ni son aspectos a ser mirados de soslayo, ni pueden dejar de ser ampliamente reconocidos.

El problema radica no en aquello que se ha hecho, sino en lo que se ha dejado de hacer. Es cierto que se ha invertido muchísimo dinero en la reforma práctica que el Gobierno ha implantado en temas de impacto social, pero también es verdad que se dejó de lado los proyectos puntales del Desarrollo, materia de salto cualitativo para nuestra sociedad.

Veamos un poco mejor lo que se ha dejado de hacer y lo que se ha permitido hacer, y que ha perjudicado gravemente las condiciones para el Desarrollo Sustentable y el Buen Vivir.

La conversión de país Exportador de Materias Primas en País Industrial

De todo lo criticable que se pueda imputar a este Gobierno, lo más penoso tiene que ver con el retraso en varios de los proyectos de Desarrollo. El actual Gobierno tenía en carpeta desde su inicio una serie de proyectos de Industrialización que - como decimos los de Sistemas - eran "top-notch".

Así se proyectó la construcción de una planta petroquímica y una línea de producción siderúrgica, soportadas bajo la nueva infraestructura FERROVIARIA y de MODERNOS PUERTOS de alto calado. Han pasado seis, casi siete años y ni siquiera estamos cerca de llegar allí.

No puedo ser un memo y perder de vista lo realizado, que es BUENO. Pero nuestra sociedad además de hospitales requiere de crear trabajos, y además de restringir importaciones, requiere fabricar sus propios productos con mano de obra nacional e insumos nacionales.

No hay que ser un genio para saber que una industria petroquímica, por incipiente y primeriza que sea, va a provocar una mejora sustancial de GANANCIAS por cada barril de petróleo extraído, porque no es lo mismo vender 1 Kg de CRUDO, que 1 Kg de Subderivados, o mucho mejor aún de productos semiprocesados como caucho, plástico, polyester, pinturas, solventes y demás decenas de miles de productos que se extraen del petróleo.

Tampoco hay que ser un profesor Universitario para darse cuenta que al producir acero desde nuestras minas, el precio del hierro de construcción bajaría radicalmente y que podríamos pensar hasta en líneas de fabricación de automotores que proveerían de empleo bien remunerado a decenas de miles de ecuatorianos.

El beneficio sería triple, porque al poder instalar fábricas a nivel nacional, se activaría el sector financiero que podría hacer colocaciones para proyectos industriales del sector privado. Y ni que hablar de la balanza comercial, que se vería beneficiada ya sea por la producción de bienes para consumo interno o por la exportación de los excedentes. TODO EL PAIS viviría una época de bonanza sin precedentes.

Pero para todo eso, se requiere DECISION política y dinero. Últimamente, no hay ninguna de las dos.

De la corrupción que campea

Quizá el punto en el que más se afirma la oposición sea el de la corrupción. Que este Gobierno se está robando el país en peso, que Ecuador no avanza por los pillos verdes, etc. Aunque no es que no en el Gobierno de Correa se haya inventado la corrupción, también es cierto que muy poco se ha hecho para pararla.

Sin alejarnos mucho del tema, hay que recordar todos los escándalos de Gobiernos anteriores y compararlos con el actual. Casos como "Flores y Miel", Aduanas en el Gobierno de Bucaram, nepotismo en el de Gutiérrez, escándalos por compras truculentas de material bélico, y un largo etcétera avalan mi postura.

Sin embargo, algo que es terriblemente criticable en la actitud del Sr. Presidente Correa es la DEFENSA insostenible de los corruptos. Ya sea el caso del primo, en la cual se atrevió a poner el MANDATO en juego, así como en el caso de los "Pativideos", en el sonadísimo episodio del Sr. Duzac o el recordado caso de Chucky-SEVEN, no hay, no ha habido, ni habrá ni la más mínima intención de PRESIONAR a la Justicia para que actúe de forma pronta. O queda el infractor (llámese, corrupto) en la impunidad, o se le permite salir campante del país. Situación que no ocurre cuando el (ahí sí) DELINCUENTE es miembro de la oposición.

Todo esto es resultado del viraje al CAUDILLISMO que lentamente ha proyectado el Sr. Presidente Correa. Un caudillo - claro está - nunca se equivoca y si lo hace, NO LO ADMITE.

De la agresión en contra de la oposición

Hace un tiempo un buen amigo mío me decía que los ecuatorianos no teníamos idea de lo que era un Gobierno Opresor. Por supuesto, mi amigo es chileno, y le tocó vivir lo peor de la época de Pinochet desde el lado socialista del espectro político.

Y es que hay una franja delgada entre la tolerancia y la opresión. Decía Voltaire que tirano es aquel que se pone por encima de la ley, para gobernar de acuerdo con ella. Quizá el error más grande de muchos Correa-fanboys es ese, el pensar que solo por cumplirse con la Ley escrita, se está haciendo JUSTICIA.

Recuerdo el caso del Diario "El Universo", del cual no tengo mucho de bueno que decir, pero que no deja de ser un medio de comunicación impreso de larga trayectoria. Cuando Correa definió en penales el partido, para levantar juntos la Copa (Los Pérez y Correa, por supuesto), me di cuenta de cual era la estrategia de fondo en ese Juicio. Por supuesto, nunca se trató del dinero. Era cuestión de poder.

Y quiero que recuerden este punto, porque lo voy a traer a colación en las conclusiones. Quizá sea uno de los episodios más claramente

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